El Gobierno marroquí ha amenazado a Bruselas con interrumpir las relaciones comerciales y las medidas de contención de la inmigración si la Unión Europea no cumple con el acuerdo agrícola alcanzado entre ambos y persiste el debate sobre el Sahara Occidental.

En un comunicado recogido por la agencia oficial MAP, el Ministerio de Agricultura marroquí recuerda que el acuerdo agrícola "es efectivo en el territorio del reino de Marruecos, pese a un episodio judicial", en referencia a la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia de diciembre que dictaminó que el pacto no es aplicable en el Sahara Occidental. El fallo avaló la legalidad del acuerdo, pero considera que no es de aplicación en el Sahara Occidental por entender que es un territorio "separado y distinto".

Según Rabat, la Comisión Europea y el Consejo Europeo tienen la responsabilidad de "neutralizar" los intentos de perturbar dicho acuerdo mediante posiciones y discursos "claros y coherentes".

En su comunicado, el Ministerio de Agricultura marroquí subraya que "cualquier traba a la aplicación de este acuerdo es un ataque directo a miles de empleos tanto de una parte como de otra en sectores extremadamente sensibles así como un verdadero riesgo de recuperación de los flujos migratorios que Marruecos, con un esfuerzo sostenido, ha conseguido gestionar y contener".

"Los actos que buscan imponer obstáculos a la entrada de productos marroquíes en los mercados europeos [cítricos, pescado y tomates, preferentemente] deben ser sancionados y tratados con la mayor firmeza por parte de nuestro socio europeo", reclama el Gobierno marroquí. Y en este sentido, advierte de que de lo contrario "se pone en peligro un edificio de cooperación construido durante numerosos años no dejando otra opción a Marruecos que desviarse hacia una aceleración de las asociaciones iniciadas en países y regiones diversas, principalmente Rusia, China, India, Japón, los países del Golfo así como nuestros vecinos africanos".

Rabat deja claro a la UE que "la ausencia de un compromiso franco" por parte del bloque obligará a Marruecos a tomar una decisión "decisiva" entre "preservar una asociación económica pacientemente mantenida o deshacerse sin vuelta atrás para centrarse en la construcción de nuevas relaciones y circuitos comerciales".

Rabat no aclara el motivo de su enfado, si bien fuentes diplomáticas apuntan a declaraciones del comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, en las que se refiere al estatus diferenciado del Sahara.