La reforma laboral ha cumplido esta semana cinco años con el balance positivo de 355.100 empleados más y un millón de parados menos, pero con la denuncia de la creciente precariedad del mercado de trabajo por los sindicatos y la oposición, que siguen exigiendo su derogación.

El Gobierno defiende que la reforma ha propiciado 37 meses ininterrumpidos de generación de empleo y que el crecimiento económico se traduzca íntegramente en puestos de trabajo, cuando hasta entonces hacía falta un avance del PIB del 2% para que eso ocurriera. Entre otras novedades, la reforma laboral abarató con una indemnización de 20 días por año trabajado el despido objetivo, facilitó los expedientes de regulación, creó el contrato para emprendedores o dio prevalencia a los convenios de empresa.