El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abogó ayer por un acuerdo que garantice el futuro de las pensiones para los próximos 20 o 25 años con independencia de los cambios políticos. Durante la sesión de control en el pleno del Senado, Rajoy apostó por "llegar a un entendimiento" en el debate del Pacto de Toledo que actualmente se celebra en el Congreso de los Diputados y en el que se está abordando el futuro del sistema de pensiones.

En respuesta a una pregunta del senador socialista Vicente Álvarez Areces, el presidente defendió la actual regulación de las pensiones, que garantiza una revalorización mínima anual del 0,25 %, por lo que consideró que "lo que hay que hacer" es "seguir creando empleo" para que aumenten las cotizaciones a la Seguridad Social.

"En la Comisión del Pacto de Toledo hay que aportar ideas, colaborar para que salgan bien" añadió el presidente, quien consideró también que la sostenibilidad del sistema de pensiones es, junto a la sanidad, los dos grandes retos a los que se enfrenta el país.

Álvarez Areces criticó que la revalorización mínima del 0,25 % no es suficiente para mantener el poder adquisitivo de los pensiones ante un escenario de subida de la inflación. Rajoy sostuvo ayer que se trata de una "subida que se hace aplicando la ley que entró en vigor en 2014", la cual se puede cambiar como todas las leyes, pero que en este momento es, a su juicio, "la más aconsejable" si se quiere garantizar el futuro de las mismas.

Precisamente un informe de la fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), presentado hace apenas dos días, recoge que las pensiones perderán poder adquisitivo durante décadas por el sistema aplicado desde ese año, en el que no se liga la revalorización de las prestación de la inflación. El documento advierte, además, que las condiciones que se plantearán en el futuro serán tales que en términos políticos será "difícilmente sostenible", mientras que los jubilados con menos ingresos presentarán "problemas de suficiencia" para hacer frente a sus gastos.

Rajoy recordó que cuando llegó al Gobierno su objetivo fue el de reducir y priorizar el gasto, pero también el compromiso de no tocar las pensiones y que éstas subieran todos los años. Por ello insistió en que "no le gustaría volver a la situación de 2011", cuando las pensiones se congelaron y subió la inflación un 3,2%. En este sentido reiteró la importancia de continuar creando empleo para que haya más personas cotizando. "Tomémonos este asunto en serio, porque las pensiones suponen el 38% del gasto del Gobierno", apuntó.