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Entrevista

"Los mejores directivos son aquellos que tienen una vida personal plena"

"La mayoría de la gente divide a jefes y empleados y eso es un problema de base porque son un equipo", indica Luis Galindo, 'coach' y conferenciante

Luis Galindo, la semana pasada en Infecar. LP / DLP

¿Cómo se entrena la felicidad?

La neurología ha confirmado la neuroplasticidad del cerebro. ¿Eso qué quiere decir? Que nuestro cerebro se puede entrenar y, por tanto, la felicidad también. Si alguien quiere ser más alegre tiene que empezar a actuar así de forma consciente hasta que lo incorpore a su comportamiento de forma natural.

Y alguien con un trabajo precario o que está en paro, ¿cómo puede aprender a ser feliz?

Nuestra cabeza siempre se va a lo excepcional, pero lo que acabo de contar lo pueden hacer millones de personas. A la gente con especiales dificultades les digo una frase que me enseñó Rafa Nadal. Le pregunté qué hacía cuando tenía un partido muy difícil. Me respondió que poner doble de ilusión y doble de pasión. Muchos están pasándolo mal por el paro, por enfermedades o porque no llegan a final de mes. Cuando las circunstancias son fáciles porque estás enamorado y tienes una economía buena, estar bien es facilísimo. Lo difícil es poner buena cara cuando las cosas no van bien. Ahí hay que poner doble de pasión e ilusión.

Pero no es fácil aplicar ese planteamiento en circunstancias adversas.

Es difícil, pero es cuando más falta hace. En las conferencias pregunto al público si conocen a alguien en su entorno cercano con motivos objetivos para estar cabreado con la vida y que es un ejemplo por alegrar a los demás. Levanta la mano el 80% de la sala.

Y cuando en el horizonte se vislumbra la insostenibilidad del sistema de pensiones, ¿es posible reilusionarse?

Mi mujer es psicóloga y lleva 25 años trabajando de voluntaria con enfermos terminales. Estas personas le dicen: "¿Sabes? Desde que me dijiste que me quedan seis meses de vida estoy valorando cada beso de mis hijos y cada vez que miro al cielo y hay una luna bonita." Lo que estoy contestando es justo lo contrario de lo que me ha preguntado. Lo que hay que hacer en la vida es pensar qué suerte tengo de tener salud o qué suerte tengo de tener trabajo.

¿Vivir el presente?

No solo vivir el presente, sino disfrutar el presente. Normalmente vivimos el presente de manera neutra. Y cuando te comunican que tienes un cáncer piensas "con lo feliz que era yo hasta ayer". No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos o lo podemos perder. Anticipamos a veces los problemas. No es imaginarte una buena vida, que eso sería demagogia. Es valorar lo que la vida te da hoy.

¿Las empresas valoran los beneficios de tener trabajadores satisfechos?

No somos conscientes. El empresario tiene que conseguir que sus empleados estén satisfechos, que estén contentos, que su trabajo y el entorno sea agradable. Una de mis labores es convencer a los directivos de que una de sus misiones es crear climas laborables excelentes porque va a ser bueno para su empleado, para él y para el resultado de la empresa.

¿Falta inteligencia emocional en los equipos directivos?

Claro, pero falta inteligencia emocional en toda la sociedad.

¿Y cómo debe ser un líder para crear ese ambiente propicio?

Para empezar, tiene que ser una excelente persona. Por eso es tan importante el trabajo de los maestros y de los profesores de instituto y universidad que participan en la formación del adulto futuro y presente. La enseñanza es el principal motor para crear una sociedad sana. Es muy importante no separar la sociedad de la empresa porque ésta es un reflejo de la primera.

El liderazgo, entonces, no es solo innato sino que también se puede aprender.

Se aprende y se entrena. Por eso es importante la formación de los directivos. Echo de menos en las universidades esto, porque también es liderazgo lo que hace un maestro en un aula o un médico cuando dirige un servicio. Tenemos que formar una sociedad mejor. Entonces habrá empresas, hospitales y universidades mejores.

¿Es frecuente el cambio de actitud en alguien que llega a ser directivo?

Eso va muy en la persona. Si esa persona es muy humana, lo será cuando sea un recién llegado en la empresa y directivo. Y si es fría, lo será también cuando sea directivo salvo que se dé cuenta de que tiene que cambiar.

¿Y cómo se da cuenta de que es necesario un cambio?

Lo primero es una reflexión profunda. Nadie cambia si no descubre que tiene que cambiar. Y esto vale tanto para un directivo compara una pareja. Lo que hago es que le pregunto si tiene un comportamiento cercano, pero no le digo que no lo es. Él se tiene que dar cuenta de que es cariñoso con una de cada diez personas y que hay un déficit.

¿La conciliación familiar ayudaría a encontrar ese equilibrio?

Totalmente. Es la asignatura pendiente. Tenemos que ser capaces de trabajar mucho y bien, pero también de tener después una vida personal muy potente. Los mejores directivos, médicos y maestros que yo conozco son aquellos que tienen una vida personal plena. Si está contento en casa y con sus amigos, cuando llega a trabajar es una persona positiva y habla con respeto a los compañeros. Si tiene una vida personal muy deficitaria, ¿cómo va a ser cuándo llega al trabajo?

¿De qué tiene que ser ejemplo un líder?

De todo. Tiene que ser un ejemplo de responsabilidad, compromiso y humanidad. Pero el empleado también tiene que serlo. Si un líder va con muchas ganas de comprometerse y los tres compañeros que están por debajo de él no, hay un desfase entre lo que quieren unos y lo que quieren otros. La mayoría de la gente divide a jefe y empleados y ese es un problema de base porque son un equipo.

Más trabajadores convencidos y no obedientes.

Sí. Obedientes, qué palabra más fea. Si todos creamos esa empresa será un sitio ideal para trabajar.

¿Aunque a muchos, con la situación actual, les parezca una utopía?

Creo en la utopía, pero tenemos que construirla entre todos.

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