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La brecha salarial en el empleo se dispara en las Islas durante la jubilación

Las trabajadoras canarias que se retiran perciben un 26% menos que los hombres

Una voluntaria de Cruz roja cuida a una jubilada canaria.

La llamada "brecha salarial", esa sensible diferencia entre la nómina media de hombres y mujeres, no se cierra con el fin de la vida laboral, ni mucho menos. Es más, esa desigualdad de retribuciones se incrementa sobremanera cuando se llega a la edad de la jubilación, hasta el punto de que las pensiones que reciben ellos y ellas arrojan una diferencia incluso mayor que la de los sueldos. De hecho, en Canarias la brecha salarial se duplica, y más aún, llegado el período del retiro. Tan es así, que los varones perciben en las Islas una paga media de jubilación un 26% más alta que la que ingresan las féminas. "Las mujeres tienen una presencia mayoritaria en los tramos más bajos de las pensiones", advierten desde el sindicato UGT.

En el Archipiélago, las mujeres que acceden a la jubilación disfrutan de una pensión media de 787 euros, mientras que esta cantidad llega a 1.063 euros en el caso de los hombres. La brecha, o más bien el socavón, es de 276 euros a favor de ellos, una notable diferencia que, sin embargo, no es ni de lejos la mayor del país. En el Principado de Asturias, por ejemplo, los jubilados cobran hasta un 50% más que las jubiladas: 1.516 euros cobran ellos, siempre en cifras medias, y 751, ellas. Hay que puntualizar, en cualquier caso, que este hecho no significa que el mercado laboral del Archipiélago sea más igualitario, sino simplemente que ofrece salarios más bajos. No en vano son Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha, tres de las comunidades autónomas con los sueldos más modestos del país, las que presentan las brechas menos profundas, si bien igualmente notables y acaso más preocupantes, habida cuenta de que son regiones que sufren un doble problema: bajas remuneraciones que se reducen más si cabe en el caso de las mujeres.

Ha sido un reciente análisis de UGT el que ha vuelto a poner números a una realidad que aunque conocida sigue sin poder cambiarse. Durante la presentación del estudio, la vicesecretaria general del sindicato, Cristina Antoñanzas, desgranó las causas de tan notables diferencias en las retribuciones de ellos y ellas. Una brecha, casi un cráter, que aún hoy tiene mucho que ver con una vida laboral, la de las féminas, más orientada hacia sectores con sueldos tradicionalmente más bajos, fundamentalmente los servicios. Los hombres, por el contrario, son mayoría en los empleos de la industria y la construcción, donde las nóminas, siempre en general, son más jugosas. Este factor también explica el porqué de que la diferencia entre los salarios de canarios y canarias no sea tan acentuada como la que existe en otros territorios del país, ya que el peso de los servicios en la economía de las Islas es, a consecuencia del turismo, muy superior al que tienen en otras regiones. En otras palabras: en términos porcentuales son muchas más las personas, varones y féminas, que trabajan en los servicios, lo que tiende a igualar a la baja, aunque siempre con considerables diferencias a favor de ellos, los salarios de unos y otras.

La segunda razón que está detrás de la menor remuneración de las mujeres, lo que empeora en la jubilación, son los altibajos de la carrera laboral por circunstancias como, por ejemplo, la maternidad. No son pocas las madres que se ven obligadas a dejar temporalmente su profesión para cuidar de los hijos, una interrupción en la cotización a la Seguridad Social que merma la futura pensión.

Sea como sea, la brecha es siempre evidente, durante la vida laboral y, más si cabe, durante el retiro. Las féminas perciben en el Archipiélago por su trabajo una media anual de alrededor de 18.200 euros, mientras que los varones ingresan algo más de 20.640 euros. La diferencia, de unos 2.440 euros al año en favor de los hombres, es inferior al 12%. Un porcentaje exacto del 11,8% que, no obstante, se convierte en un 26% llegada la jubilación, de modo que más que se duplica una vez finalizada la vida laboral.

Hay también que recordar que en Canarias se da otra particularidad con las pagas no contributivas, cuyo peso entre el conjunto de los pensionistas es muy superior a la media nacional. Esta circunstancia también subyace en las menores cuantías que, en general, perciben los pensionistas de la Comunidad Autónoma, ya que las remuneraciones no contributivas -aquellas que se conceden a personas que en situación de necesidad no han cotizado lo suficiente para percibir una ayuda de nivel contributivo- son considerablemente menores. Precisamente este es otro de los asuntos que Coalición Canaria quiere discutir en las futuras mesas del Pacto de Toledo con el resto de fuerzas políticas.

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