El mercado laboral presenta en Canarias una aparente paradoja. Por un lado, el Archipiélago es la Comunidad Autónoma, con la excepción de Baleares, que más empleo creó en los últimos 12 meses; por otro, es la que más dificultades tiene para reducir la todavía alta tasa de desempleo. Una paradoja que ayer pusieron de manifiesto los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y que no lo es tanto si se tienen en cuenta factores como la baja cualificación de los demandantes de empleo en la región y la consecuente necesidad de muchas empresas de tener que importar mano de obra de fuera de las Islas. Así pues, Canarias tiene tanto de lo que presumir como de lo que preocuparse en la particular lucha por crear nuevos puestos de trabajo y combatir el paro.
En los últimos 12 meses, el Archipiélago contabilizó cerca de 37.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, exactamente 36.909. Un dato que no solamente es positivo, sino que incluso sitúa a la autonomía al frente del particular ranking de creación de empleo de todo el país. No en vano, esos miles de nuevos afiliados suponen un incremento de un 5,18%, un alza que solo supera, y muy levemente, Baleares, donde el incremento es de un 5,51%. Ni siquiera los motores económicos del país, Madrid y Cataluña, o territorios tan industrializados como el País Vasco consiguieron, por tanto, un aumento tan destacado, de modo que tras muchos años de profunda crisis socioeconómica, la comunidad puede al fin sacar pecho en materia laboral, al menos en términos estadísticos. A ello se agarró ayer el viceconsejero de Empleo y Emprendeduría del Gobierno de Canarias, Emilio Atiénzar, quien precisamente subrayó ese liderazgo de las Islas en creación de empleo en el último año.
Un empuje que devuelve la actividad laboral en Canarias a niveles de 2008, cuando aún había quienes negaban la crisis económica que ya estaba en ciernes. De hecho, el pasado febrero fue el mejor de los últimos nueve años. Esos 37.000 nuevos afiliados, de los que 1.854 se incorporaron a la Seguridad Social precisamente el mes pasado, llevan la cifra de cotizantes en la Comunidad Autónoma a 748.778, una cantidad que no se había alcanzado en un mes de febrero en ninguno de los años del periodo 2009-2016.
Pero la cara de esta particular moneda tiene también su cruz. Y es que la economía del Archipiélago no consigue disminuir el paro a un ritmo acorde con el del resto del país. La región despidió febrero con 229.900 demandantes inscritos en las oficinas públicas de empleo, 1.874 menos que en enero, de los cuales 120.732 son de la provincia de Las Palmas y 109.168 de la de Santa Cruz de Tenerife. La reducción de un mes a otro es de un 0,81%, un porcentaje aparentemente exiguo y que, no obstante, significa la sexta mayor disminución del paro en el país. Los datos de febrero, un mes a caballo entre el periodo navideño y la Semana Santa y que aún está dentro de la temporada alta turística -el paro bajó en todos los sectores pero sobre todo en los servicios, con un millar de desempleados menos- contrastan, sin embargo, con los del último año. En esos últimos 12 meses, el número de parados se redujo en la comunidad en 13.732 personas, es decir, en un 5,64%, el porcentaje más pequeño de todo el país (en el resto de autonomías oscila entre el -6,57% de Asturias y el -12,78% de Aragón). En otras palabras: Canarias está en el tren de la reducción del paro, pero lo está en el último vagón. Tan es así, que el desempleo disminuye a la mitad de velocidad que en el grueso de las restantes 16 autonomías.
En esta línea, la patronal, y en concreto la CEOE, hizo ayer hincapié en la importancia de "diversificar" la economía canaria, orientada fundamentalmente hacia el sector servicios y, en concreto, hacia el turismo. Hay que recordar que los empresarios del sector vienen insistiendo en que no puede responsabilizarse únicamente al turismo de la tarea de devolver la tasa de paro a cifras razonables, máxime cuando se encuentran con problemas de formación -fundamentalmente en idiomas- a la hora de cubrir determinados puestos de trabajo. Ello, en definitiva, obliga a importar mano de obra, uno de los factores que están detrás de las cifras. Además, se dan también casos de personas que pasan a estar afiliadas sin antes haber estado inscritas como demandantes de empleo, de modo que la afiliación crece sin reducirse el paro.
En cuanto al escenario a nivel nacional, las estadísticas de febrero contabilizan 3,75 millones de parados en el país, 9.355 menos que en enero (-0,25%) y 402.110 menos en términos interanuales (-9,68%). El total de afiliados a la Seguridad Social llega a 17,74 millones de personas tras ganar 74.080 en relación con febrero y 580.543 -un 3,38% más, dos puntos menos que en Canarias- en el último año.
La duda sobre la calidad de los nuevos puestos de trabajo la volvieron a poner ayer sobre la mesa los sindicatos. El secretario de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz, aseguró que la reducción de las cifras del paro "se produce a costa de disparar la temporalidad y la precariedad laboral".
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