Segunda reunión de la comisión intersectorial creada por el Gobierno de Canarias para analizar las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Al término del encuentro celebrado en la mañana de este lunes, el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Ejecutivo isleño, Pedro Ortega, explicó el trabajo que se está haciendo para colocar al Archipiélago entre los lugares preferentes de cara a un hipotético traslado de domicilio de las empresas que actualmente están instaladas en suelo británico.

“Estamos trabajando con un mailing continuo”, resaltó Ortega, con el objetivo de “vender los beneficios” fiscales que ofertan las Islas. De ese modo, el Ejecutivo canario trata de convertir en “una oportunidad” el impacto que a priori se prevé que tendrá el brexit para importantes sectores de la economía canaria, como el turismo, principalmente, y la agricultura.

El cambio de estatus de Gran Bretaña con respecto a la Unión Europa (UE) puede conllevar una espantada de numerosas sociedades cuyo capital de referencia está adscrito a alguno de los países socios del club continental. Siempre con el condicional por delante, porque, como recordó el consejero, ni siquiera los propios dirigentes europeos conocen los términos exactos en que se va a producir la negociación ni, por tanto. el alcance de los traumas que esta causará en las relaciones futuras.

En junio, el Parlamento europeo fijará una posición sobre la desconexión, según anunció el negociador Guy Verhofstadt. Para entonces, según la hoja de ruta que se ha marcado el Gobierno canario, la práctica totalidad de las empresas que operan en suelo británico deben tener un conocimiento total de las ventajas que les reportaría su instalación en Canarias. Esa “estrategia de internacionalización”, tal y como la definió Ortega, pasa por detallar las ventajas fiscales que ofrece la Zona Especial Canaria (ZEC) -tributa al 4%- “y cualquier tipo de deducción”.

Además, Verhofstadt recibirá un completo dosier en el que se incluirán aspectos como el nivel de dependencia que las Islas tienen de Reino Unido en sectores estratégicos como el turismo y la agricultura. Sobre el primero de ellos, el consejero detalló que el mercado británico aporta “el 12%” del producto interior bruto (PIB) regional, mientras que más de la mitad de las exportaciones agrícolas canarias se descargan en puertos de Gran Bretaña.

Es cierto que hasta el momento la oferta de plazas aéreas marca una senda ascendente, si bien la Consejería de Turismo, representada en el encuentro de ayer por el viceconsejero Cristóbal de la Rosa, intensifica su política de sondear nuevos mercados y segmentos -de mayor poder adquisitivo- para paliar retrocesos futuros provocados por la devaluación de la libra. Para la agricultura, entre otras cuestiones, se trabaja en la mayor incorporación posible de productos de la huerta local a la oferta alimentaria de los hoteles.