Segundo asalto que también se anota el Cabildo de Fuerteventura en su pelea por evitar la nueva línea eléctrica de 220 kilovoltios que Red Eléctrica de España (REE) comenzó a construir en la isla y a la que ha puesto freno el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Las negociaciones a tres bandas entre la institución insular, el operador eléctrico y la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias continúan, si bien este último departamento no ha hallado un trazado mejor que el paralizado.
La semana pasada, el TSJC rechazó el recurso de reposición interpuesto por REE contra la decisión de suspender las obras del trazado entre Puerto del Rosario y Gran Tarajal. El consejero de Industria del Gobierno regional, Pedro Ortega, se alejó ayer de la polémica explicando que, en la actual situación, su departamento solo puede esperar que se le presente un trazado alternativo para "tramitarlo lo más rápido posible". Eso sí, no omitió que con el tenido se persigue "garantizar el suministro a todos los habitantes de Fuerteventura y Lanzarote, igual que a toda Canarias, y conseguir que penetre la mayor cantidad de energía renovable".
La línea se tramitó por la vía del interés general, lo que impidió al Cabildo de Fuerteventura mostrar su rechazo a las obras. La institución insular entiende que la altura de las torretas eléctricas -apoyos en el argot- altera gravemente el paisaje eminentemente llano de la isla. El TSJC le dio la razón, por lo que se paralizaron las obras aprobadas en la planificación eléctrica por el Consejo de Ministros y que contaban con las autorizaciones administrativas y medioambientales.
REE recurrió sin éxito dicha decisión ante el máximo órgano de la Justicia canaria. No obstante, la postura del TSJC persigue evitar la comisión de un daño irreparable antes de que decida sobre el fondo de la cuestión. Es decir, no quiere que en el caso de adoptar una posición final contraria a la infraestructura sea tarde para retornar las cosas al estado inicial.
Según fuentes cercanas al proceso, de entre todas las posibilidades puestas sobre la mesa, la suspendida fue la mejor a ojos del departamento regional de Medio Ambiente. Ahora se produce una carrera contra el reloj, ya que el último día de 2018 tienen que estar girando los molinos de los parques eólicos que lograron inscribirse en el cupo que da derecho a percibir una retribución más elevada que en la Península, y eso no será posible sin una línea en la que verter la energía.
El presidente del Cabildo majorero, Marcial Morales, ha rechazado en numerosas ocasiones que se ponga en el tejado de la institución que gobierna la responsabilidad de la entrada o no de renovables en la isla. Para ello, destaca que la oposición al trazado se produjo desde el inicio de la tramitación y que fueron el resto de los actores intervinientes quienes decidieron desoírles, con lo que no quedó otra vía que la judicial.
La postura adoptada desde la paralización es la de negociar, si bien hasta la fecha no se ha hallado una solución que satisfaga a todos. La institución insular defiende el soterramiento de la línea en algunos de sus tramos. Ayer mismo, REE emitió un comunicado en el que, dejando siempre clara su postura dialogante, destacó que esa práctica de enterrar las líneas "en terrenos no urbanos" no está permitida por la legislación española "salvo en algún caso absolutamente excepcional".
Además, el operador eléctrico destacó la necesidad de esta línea y la del sur de Lanzarote para garantizar el suministro a los ciudadanos y las empresas. El escrito incluyó también a esta segunda isla porque está en marcha un movimiento para frenar la línea allí prevista y que tendría continuidad por Fuerteventura tras la correspondiente conexión submarina entre ambas.
Dos modelos
El enfrentamiento y la imposibilidad de consensuar una alternativa responden a dos visiones contrapuestas sobre el modelo eléctrico. REE defiende la solidez y el tamaño de los tendidos como arma contra la inestabilidad, mientras que el Cabildo de Fuerteventura entiende que es posible un modelo de generación en proximidad sin tener que contar con grandes tendidos de transporte ni interconexiones entre islas.
Por otro lado, el parón ha provocado que Madrid vuelva a pensarse si abre un nuevo cupo de potencia renovable para el Archipiélago, circunstancia a la que se había comprometido en el inicio de este año y que aseguró estaría en marcha antes de finalizar el primer cuatrimestre.
