El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha apostado por la fusión de las dos entidades financieras nacionalizadas, Bankia y BMN. La fórmula pretende recuperar el máximo de los fondos públicos con que fueron rescatados ambos bancos. La unión de las dos entidades generará unas sinergias de más de 600 millones de euros, de los que 400 millones corresponderían al Estado, que tiene una participación del 65% de BMN y muy similar en Bankia.

La decisión del FROB llegó después de varios meses de análisis y tras recibir una muestra de interés -paso previo a la presentación de una oferta en firme- que valoraba BMN, que mantiene una sola oficina en el Archipiélago y es fruto de la fusión de Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra, en 1.300 millones de euros, incluyendo el negocio de seguros. Sin él, serían 1.061.

A pesar de esta única "oferta", sobre la que el ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó el pasado lunes que "no estaba mal", el FROB sigue pensando que obtendrá un mayor beneficio con la fusión. Ahora queda que los consejos de administración de Bankia y BMN y sus respectivas juntas de accionistas aprueben la operación, además de contar con el beneplácito de la Comisión Europea, dado que los fondos para salvar a ambas entidades llegaron tras la autorización de Bruselas. El portavoz comunitario de Competencia, Ricardo Cardoso, destacó que "es responsabilidad de las autoridades españolas asegurar que las transacciones están en línea con los compromisos de los bancos" en las decisiones de ayuda de Estado.

Bankia, alumbrado por La Caja de Canarias junto a otras seis instituciones de ahorro españolas, será quien absorba a BMN y tiene limitada cualquier operación corporativa hasta finales de junio por haber recibido ayudas públicas en 2012.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido en repetidas ocasiones que la fusión tiene "toda la lógica industrial", pero hay que analizar también el sentido financiero, la misma idea trasladada por BMN, desde donde se añade que se tendrá siempre en cuenta la defensa de los intereses de todos los accionistas. Con todo, dado que el Estado es el principal dueño de ambas entidades, la fusión prácticamente se da por hecha.

La operación fue recibida con agrado por los inversores, lo que permitió a Bankia liderar ayer las alzas del Ibex 35, con un repunte superior al 3%. De llegar a buen puerto la fusión, el Gobierno considera que el nuevo banco allanaría el camino para recuperar las ayudas, 22.424 millones en BFA-Bankia y 1.645 millones en BMN.

Las dos entidades sumarían un volumen de depósitos que rozaría los 128.000 millones, en tanto que el crédito concedido superaría los 133.000 millones. Contaría, además, con cerca de 230.000 millones de euros en activos, unos 17.500 empleados y más de 2.500 oficinas.

Tras conocer la comunicación del FROB a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los sindicatos exigieron que se mantenga el empleo en la entidad resultante. El responsable de banca de UGT, Agustín Nieto, explicó en declaraciones a Efe, que la posible fusión de ambas entidades "es un mal menor" de lo que podría pasar. Ambas entidades han sufrido ya importantes ajustes en los últimos años.