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El plan de inversiones de AENA para los próximos 5 años discrimina a Canarias

La reinversión en los aeropuertos de las Islas no llega a la cuarta parte de los beneficios que dejan

Imagen de archivo de dos turistas en el aeropuerto de Fuerteventura. G. FUSELLI

El Cabildo de Tenerife ha sido la primera institución de Canarias en reaccionar ante la planificación y previsión de inversiones realizada por el ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para el próximo quinquenio. Lo ha hecho con rotundidad esta semana, denunciando además incumplimientos en los compromisos adquiridos por la anterior ministra de Fomento y actual presidenta del Congreso de los Diputados: "AENA solo prevé un inversión de casi 32 millones para conectar los dos edificios existentes en el Aeropuerto Reina Sofía, a pesar de que Ana Pastor se comprometió, en su última visita, a destinar 120 millones de euros para la ejecución de esta infraestructura", explicó el director de Fomento de la corporación insular. Miguel Becerra no solo consideró la cuantía "insuficiente", sino que mostró el malestar institucional ante el ninguneo con que el ente sacó adelante su Documento de Regulación Aeroportuario (DORA) para el periodo 2017-2021. Y precisó al respecto que AENA no sólo no tuvo en cuenta la opinión del Cabildo de Tenerife, sino que "su planificación estratégica no se ajusta a la realidad de este aeropuerto, puesto que el DORA prevé que alcance los 10 millones de pasajeros en 2021, cuando ya en 2016 se superó esa cifra".

En su conjunto, los ocho aeropuertos canarios recibirán en estos cinco años una inversión de 313 millones de euros del total de 2.185 millones que AENA prevé invertir en lo 46 aeropuertos y 2 aeródromos que integran su red. Es decir, el 14% de todas las inversiones. En el mismo período, dos aeropuertos se reparten el mayor volumen: Adolfo Suárez-Madrid Barajas recibirá una inyección de 445 millones y Palma de Mallorca, casi 300 millones. Mientras a los dos principales infraestructuras de las Islas, Gran Canaria y Tenerife Sur, se destinarán respectivamente 93 y 116 millones (incluyendo en el caso del Reina Sofía una partida de 30 millones para adecuar su plataforma de estacionamiento de aeronaves, además de la citada unión de las terminales y otras inversiones en seguridad y mantenimiento).

Sostiene el Cabildo de Tenerife, como principal argumento para reivindicar una mayor inversión en su aeropuerto del sur de la isla, que "los beneficios que dejó el Reina Sofía el pasado ejercicio ascendieron a 85 millones de euros, gracias sobre todo al movimiento turístico". Es decir, que la rentabilidad obtenida en solo dos años supera con creces el dinero que AENA reinvertirá en este aeropuerto en los próximos cinco años.

El problema estriba en que desde el año 2014, cuando se preparaba su salida a bolsa, AENA no publica ya los ingresos obtenidos por cada uno de sus aeropuertos, sino los ingresos totales desagregados por el tipo de actividad (aeronáutica y comercial).

Falta de transparencia

Esta falta de transparencia llevó a la corporación insular tinerfeña a realizar sus propios cálculos para estimar el porcentaje del total de ingresos de AENA que corresponde al Reina Sofía. La extrapolación de estas estimaciones al conjunto de aeropuertos canarios ofrece cifras que ponen en evidencia que la reinversión en los aeropuertos canarios no llega a la cuarta parte de la rentabilidad que obtiene el ente en las Islas. Así, la última cifra ofrecida por AENA en 2014 cifraba la rentabilidad del grupo de aeropuertos canarios en torno a los 330 millones de euros.

Teniendo en cuenta además el espectacular incremento del número de pasajeros que han traído consigo los récords turísticos, la aportación anual que vienen realizando los aeropuertos canarios al conjunto de la red de AENA se sitúa ya en torno a los 400 millones al año. Es decir, que el negocio aéreo deja en Canarias en cinco años una cifra aproximada al total de inversiones que el ente va a realizar en el total de su red aeroportuaria en el mismo periodo.

Frente al 14% de la cuota de inversión que reciben las Islas, su tráfico aéreo representa el 17,2% de los movimientos de pasajeros, según datos del 2015, los últimos confirmados. Con 35,9 millones de movimientos (entradas y salidas de pasajeros), Canarias se situó ese año en el tercer lugar en el ranking de comunidades autónomas, tras Madrid (22,5% y 46,8 millones) y Cataluña (20% y 42 millones). El cuarto lugar corresponde a Baleares, con el 15,9% de cuota y 33 millones de pasajeros.

Esta comunidad autónoma recibirá por su parte una inversión de 380 millones de euros en sus cuatro aeropuertos, 67 millones más que los ocho canarios. Aunque en realidad es Palma de Mallorca la gran beneficiaria, puesto que 297 millones irán destinados a esta infraestructura (solo para la adaptación de su diseño funcional recibirá 140 millones). Al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas se destinará en el quinquenio el 20,4% del total de inversiones, mientras que Cataluña, por su parte, recibirá el 9%.

AENA sostiene en su plan de regulación que las inversiones deben ser "necesarias y viables", así como que "están limitadas a un volumen de inversión media anual de 450 millones". Una limitación que el Cabildo de Tenerife considera que "se debe revisar". Pero la "gestión en red" de AENA pasa, actualmente, por dos pilares, según reconoce el propio gestor: el control del gasto y la eficiencia de la inversión. De ahí su insistencia en congelar las tarifas y limitar las inversiones, dos medidas que no cumplen las expectativas del sistema aeropuerto canario, situado a mil kilómetros del peninsular y con características aéreas propias.

Pero es que, además, el DORA no es una simple herramienta de distribución de inversiones, fijación de tarifas y regulación del conjunto de actividades que se producen en torno al tráfico aéreo en España. Es el instrumento estratégico que permitirá a unos aeropuertos ganar, o no, posiciones frente a otros en los próximos cinco años. Mejorar, en definitiva, su competitividad.

Y, en este sentido, lo que pone de manifiesto el Documento de Regulación Aeroportuaria para el quinquenio 2017-2021 es que la política aérea del Gobierno sigue apostando sobre todo por Madrid como el gran corazón de la red de aeropuertos española. Y no contempla, ni de lejos, la posibilidad de que infraestructuras como Gran Canaria superen su mera concepción como aeropuerto turístico de primer orden y pase a ocupar posiciones de cara a asumir, en un futuro, el papel de hub en esta zona del Atlántico.

La Unión Europea cuestiona la tarifa aérea española

  • Las tarifas aéreas han disminuido en España un 1,9% desde marzo de 2016, pero su reducción supuso toda una batalla entre AENA y la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, que forzó la bajada. El pulso se reabrió durante la elaboración del nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria: mientras la CNMC insistía en una nueva rebaja de las tarifas hasta el 2021, el gestor aeroportuario seguía defendiendo su congelación. Finalmente, el Gobierno optó por la solución salomónica de bajar los precios un 2,2% anual. Pero ahora es la Comisión Europea la que ha entrado a cuestionar el sistema de fijación de las tasas aeroportuarias. Considera que la falta de transparencia con que se fija, sin la participación de organismos independientes y la explotación de los aeropuertos españoles en régimen de monopolio, contravienen la normativa comunitaria. Y ha abierto por ello un expediente a España. El Gobierno español tiene ahora hasta el próximo 15 de abril para justificar las peculiaridades de su modelo. Pero si no logra convencer a la CE, podría terminar por obligar a AENA a modificar el sistema actual del que depende la mayor parte de sus ingresos.

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