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El negocio de la vivienda se queda en la mitad de lo que fue durante la burbuja

Hace diez años se vendían en Canarias unos 110 inmuebles cada día y ahora no llegan ni a 60

El negocio de la vivienda se queda en la mitad de lo que fue durante la burbuja

El negocio de la compraventa de viviendas disfruta en Canarias de cierta estabilización después de los años más duros de la crisis y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, pero se ha quedado en la mitad de lo que fue antes del período de estrecheces. El sector mueve hoy en las Islas un montante anual casi irrisorio en comparación con las cifras del momento álgido de la burbuja. Tan es así, que la actividad perdió entre 2006 y el año pasado la friolera de 3.500 millones de euros, según se desprende de las estadísticas del Ministerio de Fomento, que a su vez obtiene los datos de la Agencia Notarial de Certificación.

A lo largo de 2016, las transacciones de viviendas sumaron cerca de 2.700 millones, exactamente 2.664. Una cuantía que supone un 56% menos, es decir, 3.433 millones menos, que en 2006, cuando llegó a la cifra récord de prácticamente 6.100 millones de euros. En otras palabras: el negocio de la compraventa de casas se ha quedado en el Archipiélago en menos de la mitad de lo que era en 2006, justo el año anterior al del estallido de la burbuja especulativa con aquel primer capítulo de las hipotecas subprime o basura en los Estados Unidos. Entonces, en 2006, aún eran legión quienes negaban la inminencia de la crisis y el mercado inmobiliario regional tocaba techo en la Comunidad Autónoma. Y empezó la cuesta abajo.

El sector de la vivienda vio cómo aquellos 6.096 millones de euros de 2006 eran 5.640 millones un año después, 3.775 en 2008, alrededor de 2.500 en 2009 y 2010 y unos exiguos 1.717 millones ya en 2011, año en el que el valor de las transacciones inmobiliarias tocó fondo en Canarias. El período 2012-2014, aún dentro de la Gran Recesión, fue de atonía para el negocio de las casas en las Islas, de modo que no fue hasta 2015 cuando se elevó de nuevo por encima de los 2.000 millones de euros, una cantidad que, en cualquier caso, aún está muy lejos de las cifras de los ejercicios de bonanza.

Así pues, el secretario de la junta directiva de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción (Fepeco) de Santa Cruz de Tenerife, Isidro Martín, opta por la cautela y pese a que los 2.700 millones del año pasado son la suma más alta desde 2008 prefiere hablar de "estabilización" y no de la plena recuperación del sector. "Vamos a ir con prudencia; en todo caso podríamos hablar de cierta recuperación, pero no en grandes números", puntualiza el representante de la patronal, que cree que 2017 será todavía un ejercicio de "transición". No en vano, Martín explica que en estos momentos hay zonas del Archipiélago en las que los precios "ya se están disparando", como los municipios turísticos de Adeje y Arona en el sur de Tenerife o el de La Oliva en Fuerteventura, y otras, como fundamentalmente las de los extrarradios, donde el negocio apenas se mueve.

El secretario de Fepeco considera, sin embargo, que 2018 sí podría llegar a ser el año de la verdadera recuperación del mercado de la vivienda en Canarias, algo a lo que contribuiría acabar con la "inseguridad" que implica, ahonda Martín, que haya tantos planes generales de ordenación (PGO) "parados" a lo largo y ancho de la Comunidad Autónoma. "Con inseguridad no se crea vivienda", subraya. El representante de la patronal entiende que a medio plazo es posible que el sector crezca entre un 20 y un 30%, lo que significaría un volumen global de negocio de entre 3.240 y 3.510 millones de euros, es decir, números similares a los de 2008, cuando la actividad aún no había entrado del todo en barrena. Eso sí, Isidro Martín opina que no sería conveniente, ya en el largo plazo, volver a las cantidades de 2006 o 2007, para no recaer una vez más en los problemas del pasado: "No deberíamos".

Y si el dinero que mueve la actividad es un indicador de hasta qué punto se deterioró el negocio de la compraventa de inmuebles en las Islas, lo mismo ocurre con el número de operaciones. El año pasado se efectuaron 21.685 transacciones en el Archipiélago, en otras palabras: se cerraron menos de 60 operaciones al día. Para contextualizar estas cifras, que a primera vista podrían parecer altas, basta con apuntar que en 2006 se contabilizaron 41.078 transacciones, 112 al día, y en 2007, 39.090, 107 cada día del año.

En cualquier caso, son varios los datos que permiten vislumbrar que, efectivamente, el sector crece poco a poco. BBVA Research, el servicio de estudios del BBVA, ha publicado un análisis en el que calcula que las transacciones de inmuebles aumentaron en 2016 un 12,1%, "un poco por debajo del crecimiento español", que llegó a un 13,9%, pero un porcentaje igualmente considerable. El informe de la entidad expone que el peso de la compra de viviendas por parte de ciudadanos extranjeros, y especialmente ingleses, "es mucho mayor en Canarias que en España", de ahí que, en lo negativo, puntualice que precisamente por eso es una de las regiones "más afectadas por la incertidumbre provocada por el desenlace del brexit".

Sea como sea, y a la espera de lo que ocurra tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el llamado brexit, el Archipiélago es la tercera autonomía del país, tras Cataluña y la Comunidad de Madrid, en que más subieron los precios en el primer trimestre del año en relación con el mismo período de 2016, en concreto un 5,3%, según datos de la sociedad de tasación Tinsa.

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