El personal de tierra de Naviera Armas. La reunión mantenida esta mañana en el Tribunal Laboral Canario entre los representantes de los trabajadores y la empresa de transportes ha servido para evitar el paro en los días más sensibles de Semana Santa. Los empleados reclaman mejoras salariales, puesto que denuncian que sus sueldos están congelados desde 2010.

El inicio de la huelga estaba previsto para el 12 de abril hasta el 6 de mayo en los días pares, pero tras la cita de este martes, que comenzó a las 11.30 horas, se pospone su comienzo hasta el día 26 de este mes. Comisiones Obreras (CC OO) ha denunciado que la plantilla de tierra aún percibe la misma retribución que siete años atrás. En 2012 se deberían haber aumentado, pero el sindicato señala que se llevó a un acuerdo con la naviera para congelarlos para superar antes los efectos de la crisis económica.

Han pasado los años, pero las mejoras salariales que reclaman los trabajadores no llegan, por lo que plantearon comenzar la huelga el 12 abril, justo a mitad de la Semana Santa. Durante esos siete días, Naviera Armas desplazará 225.000 pasajeros, que no tendrán que preocuparse por la afectación en sus viajes. En cualquier caso, fuentes de la compañía ya habían apuntado a que la repercusión durante esos días sería mínima porque la mayoría de la plantilla de tierra, formada por más de 230 trabajadores, no iba a secundar la huelga.

Naviera Armas firmó recientemente el nuevo convenio para los empleados de flota, con el que recuperan el poder adquisitivo a corto plazo con una subida salarial a partir de 2018, según apunta la propia empresa. A ese mismo acuerdo es al que quiere llegar la compañía con la plantilla de tierra, algo que confía que suceda cuantos.

El sindicato denuncia que la empresa ha logrado crecer, adquiriendo nuevos barcos, abriendo oficinas en las islas capitalinas, cotizando en bolsa o invirtiendo en la ampliación de infraestructuras portuarias. CCOO cree parte de esa mejora debe ir a la remuneración de los trabajadores, que son los que han hecho posible esa mejora y demanda una subida salarial del 2% para 2016 y negociar las correspondientes a 2017-2018.

No obstante, el salario no es el único motivo del conflicto, pues los trabajadores se quejan también de la falta de personal de la empresa, lo que se traduce, según apuntan, en incrementos de las jornadas de trabajo sin que muchas de las horas prestadas sean remuneradas.