El economista José Carlos Díez criticó ayer con dureza la Ley del Suelo que promueve el Gobierno de Canarias y la comparó con la que impulsó José María Aznar durante su primer mandato como presidente de España. "No la entendemos", afirmó y aseguró que el presidente regional, Fernando "Clavijo, está diciendo lo mismo" que el exjefe del Ejecutivo estatal en 1998.

El también coordinador de la ponencia económica para el próximo Congreso Federal del PSOE invitó a los presentes a hacer memoria para destacar que el proceso liberalizador del suelo acometido por Aznar desembocó en "una burbuja" que se convirtió en combustible para agravar el fuego de la crisis económica en España. El desplome de los sectores constructor e inmobiliario conllevó un desaforado incremento del desempleo.

Díez recordó que estos efectos se dejaron sentir con especial intensidad en el Archipiélago, con un desplome de la renta por habitante superior en un 12% al del conjunto del Estado. Ante la posibilidad de que esa norma que promueve el Gobierno de Coalición Canaria (CC) -apoyado, al menos en el trazo grueso, por Partido Popular y (PP) la Agrupación Socialista Gomera (ASG)- desemboque en que "cada uno haga lo que quiera", el asesor socialista en materia económica expuso: "Preferimos apostar por la sostenibilidad, por un modelo como el de César Manrique y basado en la formación".

No obstante, ante preguntas del público asistente, algo más de un centenar de personas con notable presencia socialista, el coordinador de la ponencia económica del PSOE aclaró que su apuesta se aleja diametralmente del "crecimiento cero" de la planta alojativa. "Entre eso y la ley de Clavijo hay un mundo para intervenir", resaltó. De hecho, se declaró contrario a "las moratorias hoteleras", que, a su juicio, han supuesto un rotundo fracaso en la práctica y no han servido para incrementar la calidad del producto.

Al final, su discurso no se diferenció tanto del que mantiene el presidente canario, ya que concluyó en que el objetivo es evitar la barra libre pero se mostró a favor de suprimir obstáculos. "Si se permite que cada uno haga lo que quiera, podemos pagarlo todos; otra cosa es que se elimine burocracia", razón expuesta por Clavijo en su discurso de investidura para la aprobación de la discutida norma.

Díez aseguró estar "muy preocupado" al comprobar que se repiten "casos como los de los noventa" que han desembocado en las tramas de "corrupción" que ahora se sustancian y juzgan en los tribunales. "Todo eso ha generado un déficit democrático e inestabilidad", aseguró. A ello añadió que para "los socialdemócratas, la gestión eficiente de los recursos públicos es sagrada".

En torno a la acumulación del déficit en las cuentas españolas, el economista explicó que se produjo "por la caída de los ingresos" fiscales tras la destrucción de un gran número de empresas "y por el incremento del desempleo", que llevó a un aumento de 100.000 millones de euros del gasto en prestaciones. Ambos factores bebieron del estallido de la burbuja.

Por eso sostuvo que al PSOE no le "vale cualquier tipo de empleo ni de empresa", alejando la tentación de solucionar los problemas actuales con parches cortoplacistas. Por el contrario, animó a superar definitivamente el bache con "más productividad" y señaló que ese reto solo pueden conseguirlo "las empresas y los trabajadores".