Que muchos jóvenes hacen prácticas en empresas o les dan una beca para iniciar su formación profesional sin cobrar o con un salario ínfimo es algo público y notorio. Sin embargo, tuvo que ser el cocinero Jordi Cruz el que pusiera de nuevo este tema sobre la mesa del debate cuando tanto se habla del elevado paro juvenil, el éxodo de jóvenes a otros países para trabajar o la explotación que denuncian muchos por exceso de horas o suplantación de funciones en un puesto de trabajo. Canarias no es ajena a esta realidad, aunque aquí haya pocos establecimientos con estrellas Michelín sí predomina el sector hostelero y de restauración, más proclive a contratos y prácticas de estas características.
Hace unos días se conocieron las conclusiones del informe La experiencia de los becarios en la Unión Europea, publicado por la Comisión Europea, con unos datos que dan que pensar: el 58% de los alumnos en prácticas en España afirma que no perciben ninguna remuneración, mientras que siete de cada 10 reconocen tener una carga laboral equivalente a la de los trabajadores con contrato.
En España se calcula que hay unos 70.000 becarios, unos 2.000 de ellos en Canarias. Son los que reciben algún tipo de remuneración. El dato excluye la gran bolsa de alumnos en prácticas que no perciben ningún tipo de ayuda económica y que no cotizan a la Seguridad Social, de forma que la cifra de estudiantes que no forman parte de ningún registro es mucho más alta, según denuncia el sindicato UGT en un informe, y no hay datos aproximados de esta situación porque muy pocos denuncian ante el temor a perder las prácticas que hoy en día son un requisito fundamental para completar la formación universitaria, de ciclos superiores o de formación ocupacional.
Los sindicatos y los abogados laboralistas advierten que las condiciones de muchos becarios han empeorado con la crisis y que las prácticas no remuneradas se han incrementado, pero la labor de la Inspección de Trabajo no es lo suficientemente eficaz para detectar la picaresca de la que hacen gala algunos empresarios para tener mano de obra barata o gratuita realizando labores que no son propias de este personal.
El portavoz de Comisiones Obreras en Canarias, Antonio Pérez, asegura que la central sindical ha denunciado en varias ocasiones el problema de las becas no remuneradas y que, por principios, la defensa sindical implica que todo el que realiza un trabajo debe recibir una remuneración. En opinión de Pérez, en este tipo de situaciones es el empresario el que siempre sale beneficiado por un sistema que se convierte en una "trampa" para el becario o el joven que realiza las prácticas, que en la mayoría de las ocasiones son obligatorias, sobre todo tras la implantación del plan Bolonia.
Por parte de UGT, su secretario de Políticas Sociales y Empleo, José Ángel Ramírez, también pone por delante la defensa del sindicato de que "todo trabajo deber ser remunerado". Ramírez advierte que las grandes empresas son más cuidadosas con cumplir la normativa porque les fiscalizan más, pero no sucede así con las pequeñas empresas en las que es más difícil controlar que las prácticas se pagan y que se cumplan los horarios y funciones establecidas en la beca o práctica. La realidad del sector servicios, sobre todo en hostelería y comercio, es que hay funciones y categorías que realizan unas funciones similares y se pueden solapar con las que hace un trabajador contratado. Los fraudes laborales también vienen del gran número de contratos de corta duración y a tiempo parcial que se realizan en el principal sector de la economía canaria.
El dirigente ugetista pone el acento en la necesidad que tienen los jóvenes universitarios de realizar prácticas en las empresas para tener su titulación. Aunque estas prácticas deberían estar controladas por el centro universitario, hay también cierta picaresca porque las empresas "se aprovechan" de los conocimientos del estudiante para introducir mejoras o innovaciones en el proceso productivo sin pagar por ellas.
Los sindicatos tienen dudas sobre la eficacia del convenio marco que firma anualmente el Servicio Canario de Empleo (SCE) con las dos patronales de las Islas para facilitar las prácticas en empresas de los alumnos que realizan cursos de formación en este organismo. En este acuerdo se recoge la posibilidad de que se puedan realizar prácticas no remuneradas de forma voluntaria. Tanto el SCE como las patronales aseguran que existen los controles suficientes para evitar abusos pero los representantes de los trabajadores tienen sus reparos. Para CCOO esta opción es "inasumible" y UGT vota en contra cuando se debate esta opción en el Consejo Canario de Empleo.
El abogado laboralista Yeray López recuerda que las prácticas no laborales sin remunerar es un fenómeno que existe desde hace mucho tiempo pero ahora es cuando está más regulado. Sin embargo, se siguen produciendo irregularidades pero hay escasas denuncias ante la debilidad en la que se encuentran el becario o el joven que busca experiencia profesional aunque esté sobrecargado de trabajo o no reciba compensación económica. "Denunciar los abusos en este tipo de prácticas no remuneradas es poco frecuente porque no sólo se dan en el sector servicios sino también en la misma abogacía y en otras profesiones", asegura López.
