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Estabilidad presupuestaria

Los ayuntamientos canarios con deuda destinan el superávit a pagar facturas

El desbloqueo de los fondos de 2016 beneficia a las arcas saneadas para invertir

Vicepresidente de la Fecam y alcalde de Moya, Hipólito Poli Suárez.

Los ayuntamientos que tienen deuda no podrán destinar la totalidad de su superávit de 2016 a inversión. La enmienda en la ley de presupuestos del Estado de 2017 para desbloquear los fondos que no gastaron los municipios el año pasado supone que aquellos consistorios endeudados tiene que seguir haciendo frente a sus obligaciones, aunque también podrán destinar una parte a fines productivos una vez que hayan amortizado con sus deudores y proveedores.

El corsé impuesto por el Ministerio de Hacienda con las leyes de Estabilidad Presupuestaria y de Racionalización de la Administración Local han generado en los últimos años que los ayuntamientos hayan acumulado remanentes y superávits en los bancos sin que los puedan gastar al exceder la regla de gasto. A la larga estas restricciones también han tenido un efecto positivo y es que los ayuntamientos se han convertido en las administraciones más cumplidoras con el saneamiento de las arcas públicas, de tal forma que muchos consistorios tiene un endeudamiento cero.

En el caso de Canarias, el 76% de los ayuntamientos -67 de 88- ya no están endeudados o tienen un pasivo a largo plazo bajo y asumible para amortizarlo. En los últimos años una parte importante de los ingresos en las arcas municipales se han tenido que destinar al pago de facturas a proveedores y bancos. En plena crisis ha caído la inversión y se han limitado las ayudas sociales por esta imposición.

300 millones en Canarias

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha estimado en 7.000 millones de euros el superávit en el conjunto de las corporaciones locales del país. En Canarias los cálculos son de unos 300 millones de euros, una cifra nada despreciable para impulsar la acción municipal en este ejercicio y en el próximo, según la enmienda propuesta por la FEMP y asumida por el PP para introducirla en las cuentas estatales.

Este nuevo escenario no sólo beneficia a los ayuntamientos saneados, que podrán destinar estos fondos retenidos en los bancos a inversiones, sino también a los endeudados, que podrá liberar una parte para seguir bajando su deuda. Ya hay ayuntamientos como el de Las Palmas de Gran Canaria que cuentan con una parte del superávit para este fin y reservan otra parte menor para inversiones, con lo que en dos o tres ejercicios pueden quedar saneados.

Otras de las novedades es que el Ministerio de Hacienda permitirá que estos fondos extra procedentes de 2016 se podrán invertir en dos años ya que el presupuesto del Estado no entrará en vigor hasta julio y son pocos meses para adjudicar los proyectos, gastar todo el dinero y justificarlo en tiempo y forma ante el Gobierno central.

El vicepresidente de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) y presidente de la Comisión de Hacienda, Óscar Hernández (NC), aplaude que se consiga este objetivo después de las reiteradas reclamaciones que han presentado los consistorios en los últimos años. Los fondos deben destinarse a inversiones sostenibles y los alcaldes reclaman que se puedan gastar en políticas sociales ante las necesidades acuciantes existentes entre las familias canarias. Hernández explica que "cada vez son menos los ayuntamientos endeudados y están sujetos a planes económicos y financieros que tendrán que seguir cumpliendo".

Por su parte, el también vicepresidente de la Fecam y alcalde de Moya, Hipólito Poli Suárez, aplaude que, tras el importante ahorro y los esfuerzos de las corporaciones locales, ahora se les permita reinvertir esos fondos. El también senador del PP por Gran Canaria admite las dificultades generadas por la regla de gasto y la estabilidad presupuestaria "pero ahora hemos cumplido y asumimos que ese dinero se gaste en inversión financieramente sostenible".

Los remanentes de tesorería no están incluidos en esta enmienda a las cuentas estatales, lo que no satisface a algunos alcaldes ya que las cantidades acumuladas de remanentes en los bancos son muy superiores al superávit.

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