El papa Francisco subrayó ayer que el problema del desempleo "ha asumido proporciones verdaderamente dramáticas tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo", por lo que pidió que sea afrontado con justicia y responsabilidad.

Francisco hizo estas declaraciones al recibir a los miembros de la fundación Centesimus Annus Pro Pontefice, que organizaron estos días una conferencia internacional dedicada a encontrar alternativas constructivas en la actual situación global del trabajo y la tecnología. El pontífice destacó que "la incertidumbre en las condiciones laborales aumenta la presión y los problemas de la familia", además de producir un efecto sobre la capacidad de los hogares de "participar fructuosamente en la vida de la sociedad".