El Fondo Monetario Internacional y el Eurogrupo no llegaron a un acuerdo sobre el alivio de la deuda griega, como exige el Fondo, y se han dado otro plazo hasta el 15 de junio. Sin un acuerdo entre estos acreedores, Grecia no aplicará los recortes adicionales a los que se acaba de comprometer para ejecutarlos en 2019 y 2020 y sin ello, y sin un pacto entre el Eurogrupo y el FMI, Atenas no recibirá el segundo desembolso del tercer rescate, y esto implicaría que incurrirá en impago por los vencimientos de deuda a los que debe hacer frente en julio. Bruselas proclamó ayer que Grecia ha cumplido sus compromisos y que ha asumido un gran sacrificio, por lo que ahora deben ser el FMI y los países del euro los que faciliten el acuerdo. Los acreedores tienen discrepancias sobre cómo hacer sostenible la deuda griega: el FMI cree que se le debe aligerar y los socios europeos mantienen que se hará cuando termine el actual rescate (2018).