Desde que accedió al Consejo Provincial de Tarfaya se ha marcado como prioridad reabrir la línea marítima con Canarias. ¿Qué significará para esta zona del sur de Marruecos?
Tarfaya es el punto geográfico afromarroquí más cercano a las Islas Canarias, que a su vez representan la dimensión europea más cercana al continente desde el atlántico. Por tanto, ambas regiones representamos dos portales mundiales diferenciados culturalmente, pero que pueden beneficiarse mutuamente de esta posición geográfica. Es en este marco en el que desde el Consejo Provincial de Tarfaya nos hemos embarcado en impulsar una nueva dinámica económica, basada en desarrollar los acuerdos bilaterales suscritos entre España y Marruecos y, además, potenciar las políticas de vecindad que promueve la propia Unión Europea. Por ello creemos que Tarfaya será la puerta del sur de Marruecos hacia Europa y la de Europa, a través de Canarias, hacia África.
Ambas regiones presentan sin embargo unos indicadores socioeconómicos muy diferenciados, ¿qué oportunidades se ofrecen mutuamente?
Tarfaya está echando a andar desde 2016. Vivimos un tiempo nuevo, porque hemos entrado en el nuevo modelo de desarrollo de las provincias del sur del país, un ambicioso plan dotado de unos siete mil millones de euros y que abrirá horizontes prometedores para toda la región. Hay previstos importantes proyectos de infraestructuras, energéticos, de agricultura y pesca, sanitarios y de otros sectores. Canarias tiene la posibilidad de cooperar y colaborar en nuestro desarrollo, aportarnos su experiencia y sus recursos y beneficiarse a su vez de sus resultados. Creo que se abre además desde el punto de vista cultural la oportunidad de potenciar unas relaciones que se están perdiendo, porque nosotros somos marroquíes pero también nos sentimos españoles por razones históricas.
¿Y qué les diría a quienes perciben desde Canarias a Marruecos como un competidor, sobre todo desde los sectores agrícola o turístico?
Que somos regiones hermanas y que, como tales, podemos beneficiarnos ambas si nos complementamos. Es más, nosotros entendemos que conectarnos reforzará la posición estratégica que ambos ocupamos en este espacio geográfico. Ya mantuvimos intensas relaciones de vecindad en el pasado, que no queremos perder sino fortalecer. Muchos de nosotros tenemos nacionalidad española y queremos promover aún más la enseñanza del español en la región. Estamos convencidos de que desde una posición de colaboración y complementariedad, y no de competitividad, ambos regiones saldremos ganando. Llevamos demasiado tiempo hablando de ello, tanto desde Canarias como desde aquí, pero necesitamos encontrar soluciones concretas que nos ayuden a dar el salto ya. Creemos que una de ellas será la recuperación de la conexión marítima directa con Puerto del Rosario, por la que llevamos esperando hace casi diez años.
Pero el desarrollo del turismo en un espacio común, ¿no podría restar clientes a las Islas?
El Archipiélago tiene una experiencia y un desarrollo turístico que no tienen nada que ver ni con nuestro producto ni con nuestros clientes, en su mayoría franceses. Creemos que podemos crear productos complementarios, ofreciendo experiencias puntuales desde las Islas para pasar una o dos noches en el desierto o excursiones para aventureros que se sientan atraídos por una cultura distinta a la europea. Pero es que, además, nuestro desarrollo turístico es también una oportunidad de inversión. De hecho, algunos canarios están ya instalados en la región.
