¿Ha tenido ya la oportunidad de reunirse con el presidente del Gobierno de Canarias?

Tanto las diferentes instituciones como los distintos representantes políticos han mostrado un reconocimiento generalizado hacia la organización y hacia mi persona. Su trato ha sido absolutamente cordial y satisfactorio pero aún no he tenido la oportunidad de entrevistarme personalmente con ninguno de ellos, lo hemos dejado para más adelante. Han entendido que estoy aterrizando y que sentar unas bases lleva un tiempo pero he recibido llamadas telefónicas, y sí, entre ellas la de Fernando Clavijo.

Y después de los saludos y de los protocolarios buenos deseos, ¿qué es lo primero que va a reclamarle al Ejecutivo regional?

Que sea y seamos conscientes de la necesidad de hacer un análisis objetivo de la realidad de Canarias. Si partimos de un análisis coincidente, la voluntad de avanzar, al menos por nuestra parte, será nítida. La Comunidad Autónoma está creciendo, económicamente hablando, entre un 0,8 y un 1% anual por encima de la media, y, además, esto no es puntual, sino que viene ocurriendo los últimos dos o tres ejercicios y todo indica que se va a mantener, porque el turismo está en auge y parece que seguirá en esta línea. Estos son los aspectos positivos pero hay una contradicción: es también la Comunidad Autónoma, solo por detrás de Andalucía, con la mayor tasa de desempleo; los salarios solamente están por encima de los de Extremadura, con casi un 19% de diferencia con la media estatal, es decir, unos trescientos veintitantos euros menos al mes; cerca de un 90% del empleo que se crea es precario, llámese temporal, de media jornada o de jornada reducida; y uno de cada cinco trabajadores, y hablo de indefinidos y a tiempo completo, no llega a fin de mes. Si somos capaces de hacer ese diagnóstico de lo positivo y lo negativo y de coincidir, hay espacio para poder acometer medidas.

Para ese diagnóstico, al menos en lo relativo al empleo precario, ya cuentan con el apoyo incluso del Banco de España, que se ha manifestado en esa línea.

Es que no se trata de inflar o de enmascarar datos, no. Son datos que incluso le preocupan a quien está fuera del ámbito sindical o reivindicativo, como puede ser el Banco de España pero no solamente el Banco de España, porque prestigiosos economistas coinciden en ese diagnóstico. Y coinciden y les preocupa porque no estamos haciendo una política que favorezca el consumo interno, y máxime aquí, en Canarias.

En 2014, las importaciones cayeron en las Islas al mínimo de 12 años, un síntoma de ese debilitamiento extremo del consumo interno. No nota mejoría, entiendo.

No se ha reactivado ese consumo interno, y eso puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Hasta no hace mucho, los indicadores decían que de las ganancias de una empresa, un 40% era rentas del capital y un 60%, rentas del trabajo, y ahora ocurre que casi un 20% de las rentas del trabajo se ha trasladado a rentas del capital. Si no se es capaz de regenerar esto mejorando las condiciones laborales, los tipos de contratación y los salarios, para recuperar así el poder adquisitivo que se ha perdido en los últimos años, evidentemente tenemos un problema.

La patronal, y en concreto la división tinerfeña de la CEOE, ha constatado en un estudio la drástica pérdida de renta per cápita que ha experimentado el Archipiélago en los últimos años. En eso estará de acuerdo pero creo que no tanto en su conclusión sobre las causas: el problema está, dicen, en la hiperregulación y la burocracia.

No ha sido ese el problema. Podríamos estar de acuerdo en la necesidad de una determinada simplificación, en no ir a 40 normas sobre cualquier cosa, pero lo que se pretende en la patronal, y estoy generalizando, lo que implica cometer una injusticia con muchos, es ir hacia la individualización de las relaciones laborales, se tiende a simplificar las regulaciones laborales. Cuando te protege un convenio colectivo y tienes una representación, es más complicado que te arrugues y aceptes determinadas situaciones que no hay por dónde cogerlas, y es ahí donde los sindicatos tenemos que replantearnos cuál es nuestra capacidad para poder intervenir en esas realidades que se ven en las empresas; hay muchísimo trabajo por hacer.

Su homólogo en UGT, Gustavo Santana, ha criticado a Coalición Canaria y Nueva Canarias por "vender" como "conquista histórica" para las Islas el haber secundado unos presupuestos escasamente sociales.

Lo comparto con matices. Vemos estos presupuestos desde tres vertientes. La primera es que son unos presupuestos que recogen muy poca materia para resolver cuestiones y problemas que afectan al conjunto de la población. Desde otro aspecto, el hecho de que recojan determinadas mejoras, a través de la intervención de los partidos nacionalistas, tendremos que valorarlo desde el punto de vista de cómo esto va a influir en la sociedad. Obviamente, el aumento de la subvención al transporte de mercancías tendría que notarse en la factura de las compras, tendría que trasladarse ahí, y si es así, no hay nada que decir: se ha hecho el trabajo que se tenía que hacer y se ha estirado el chicle hasta donde se ha podido estirar. Y el último aspecto está relacionado con la capacidad de ejecución: ni sería la primera vez que la Comunidad Autónoma, precisamente por falta de ejecución, tuviera que devolver partidas económicas reflejadas en los presupuestos ni sería la primera vez que el Estado, comprometiendo partidas, finalmente no las entrega.

No lo veo precisamente confiado en los beneficios sociales del incremento de las subvenciones.

En la compra del billete para moverse entre islas no me cabe la más mínima duda de que se tendrá que notar en el precio; otra cosa es que se traslade el abaratamiento del transporte de la mercancía al precio de compra y que la gente lo note en su bolsillo. Y eso debería ser así.

El propio Fernando Clavijo ha reconocido abiertamente que Canarias tiene un problema de redistribución de renta. Aquí los sindicatos tienen su papel pero también lo tiene la Administración. ¿Debería esta implicarse más?

Claro. Si la Administración está escorada excesivamente hacia una parte, deja de ser ese eje equilibrador entre las dos partes. Los sindicatos tenemos ahí un papel muy importante, tenemos que ser capaces de recuperar derechos, y eso se consigue mediante la negociación colectiva, y cuando esta se bloquea, tienes que rearmarte, tienes que pasar a la acción reivindicativa, y esto hay que trabajarlo. Tenemos 5.400 delegados en toda Canarias, un 41,7% del total, una fuerza absolutamente extraordinaria que, si somos capaces de ordenarla, podremos tener esa capacidad reivindicativa y que se vea. Esto hay que hacerlo con el conjunto de los sindicatos. Nuestra unidad de acción con UGT lleva mucho tiempo funcionando pero hay que ampliarla a otros sindicatos y a otros grupos sociales. El sindicato tiene que tener un papel más aglutinador; parece mentira que en un mundo tan globalizado cada vez seamos más individuos. Tenemos la información, los medios y los motivos para movilizar, ¿por qué entonces somos incapaces de movilizar? Igual no estamos haciendo todo el trabajo que podríamos hacer, y esto en primer lugar es una crítica al sindicato que represento, y luego cada uno que haga su propia reflexión.

¿Cuánto de escorado está el Gobierno de Canarias hacia la patronal?

Excesivamente. Y tiene que hacer esa reflexión y me gustaría que la hiciera. La reflexión de decir ¿lo estaré haciendo bien? Porque si no hay ningún interés de hacerlo, es mucho más fácil reconocerlo; ahora si hay intereses, que lo confiesen otros.

Y el empresariado canario, ¿es bueno, malo o regular?

Por los hechos, creo que es perfectamente mejorable. Pero más allá de los hechos no he tenido aún la posibilidad de sentarme, y cuando tenga esa oportunidad, podré tener una opinión mucho más certera y cualificada. Simplemente me remito a los hechos y a los datos que he señalado y que no emanan del cielo, sino de una determinada forma de actuar.

Aún no hemos hablado de las pensiones, y ahí tenemos un problema. El gasto en prestaciones superó en 2016 en las Islas, y por primera vez, los ingresos por cotizaciones sociales.

No voy a entrar en las salidas, porque la pensión de cada uno es la que tiene que ser, la que le dan los años cotizados y su nivel de cotización. Son las entradas las que no son las que deberían ser, y volvemos otra vez al origen: qué tipos de contrato, qué niveles de cotización... Cuando empezamos a recortar, nuestro sistema público de pensiones se resiente de manera directa, y hay que ser conscientes de ello. No se puede pasar en tan poco tiempo ese 20% de las rentas del trabajo a las rentas del capital, porque eso también repercute en los niveles de cotización. ¿Soluciones? Mejorar a través de la negociación colectiva, aunque también creo que más bien pronto que tarde tendremos que hablar de aportaciones de los presupuestos para recomponer esa caja de pensiones.

¿Aportaciones temporales?

Justamente hasta que la situación se equilibre.

¿Cómo está funcionando la Federación de Servicios de CCOO en Canarias después de lo mucho que se ha hablado a raíz de aquella polémica fusión con la Federación de Banca? ¿Cómo están las heridas?

Superadas. Creo que se hizo demasiada sangre con esa federación. Hasta el último segundo se ha achacado a esa federación la pérdida de mil afiliados, algo que hemos visto que no ha llegado a tanto, y se ha querido hacer un problema regional, casi de la misma organización, y eso no era bueno para hacer un trabajo, porque un trabajo importante de recuperación de la Federación de Servicios en ese sector de hostelería perdido tiene que ir acompañado de una estructura regional que apoye ese trabajo, no que continuamente esté bombardeando o restregando los errores cometidos, o supuestos errores cometidos, en un momento determinado. Hay que pasar esa página, y la Federación de Servicios la ha pasado y este nuevo equipo de unión regional también la ha pasado. Ahora estamos en la misma sintonía, y esa es la mejor forma de recuperar.

¿Capítulo cerrado entonces?

Capítulo cerrado.