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Día Mundial del Medio Ambiente Actividades escolares

Tocar, oír y oler un bosque de laurisilva

Cuarenta alumnos del Instituto Pérez Galdós experimentan los cinco sentidos en la Finca de Osorio

El medio ambiente se debe disfrutar con los cinco sentidos, pero normalmente solo se utiliza el de la vista para contemplar un paisaje, admirar un animal o identificar una planta. Para cambiar esa percepción limitada de la naturaleza, cuarenta alumnos del Instituto de Educación Secundaria Pérez Galdós participaron ayer en la Finca de Osorio de Teror de una jornada de campo para tocar, oír y oler su pequeño bosque de laurisilva, uno de los emblemas de la protección medioambiental de la isla de Gran Canaria.

Diecinueve escolares del tercero de la ESO, concretamente los del grupo C, y otros tantos alumnos del primer curso de los grados de Animación Sociocultural y Turística (Tasoct) y de Integración Social (Tis), que actuaron de monitores, dedicaron buena parte de la mañana a recorrer los senderos del aula de la naturaleza de Osorio y se impregnaron de esas otras sensaciones, como acariciar un árbol, identificar un hábitat con los ojos vendados, escuchar los pájaros o adivinar al tacto las distintas partes de una planta endémica.

Bajo la atenta mirada de los profesores Jorge Gallardo y María Luisa Garayo, los chavales de la ESO, de una edad media de 15 años, se involucraron sin reservas en los juegos que les habían preparado los estudiantes de Animación e Integración, de entre 17 y 20 años.

Al grito de "¡yo soy de campo!", Pablo Guedes se apuntó voluntario a tumbarse en el suelo con los ojos tapados, sobre una alfombra de hojas secas, para intentar agarrar a los compañeros que, haciendo el mínimo ruido, se movían a su alrededor. Tardó un buen rato en interceptar al primero, hasta que logró distinguir el sonido de las pisadas y hasta el roce de la ropa de sus colegas al pasar a su lado. "Es muy interesante, lo repetiría, creo que necesitamos más actividades al aire libre porque también se conoce a la gente de otra manera", comentó Pablo, de 15 años, nacido en Fuerteventura y ahora residente en el Polígono Cruz de Piedra. Nunca había visitado la finca del Cabildo en Osorio, pero sí ha caminado por el barranco de Los Cernícalos y por el camino del Roque Nublo.

Ariadna Abreu, la dicharachera de la clase, 15 años, de El Polvorín, trepó por los márgenes del barranquillo de la laurisilva en busca de cuevas y como no, de una fotografía con el móvil para presumir ante los colegas. "Me gusta esta actividad por el entorno, al que solo había venido de pequeña, y porque se conoce gente, lo hemos pasado muy bien y hemos aprendido cosas de la naturaleza que no imaginábamos", confesó.

Educación y naturaleza

"Sobre todo es divertido", replicó Kevin Barroso, también de 15 años y de San Lorenzo, que no había recorrido antes la parte alta de Osorio. Se mostró sorprendido, ante las explicaciones del profesor Jorge Gallardo, por la gran cantidad de especies que se concentran en un bosque de laurisilva.

"Solo lo que se conoce se ama; y solo lo que se ama, se cuida", resaltó María Luisa Garayo, profesora de Filosofía, quien lamentó que la asignatura de Educación para la Ciudadanía haya quedado reducida a una hora a semana. A su juicio, el respeto al medio ambiente se debe promover, principalmente, en estas edades adolescentes.

Gallardo coincidió con ella y durante toda la jornada animó a los chavales a buscar "nuevas sensaciones en la naturaleza, no limitarse a mirar los árboles". Junto a sus alumnos de Animación e Integración Social, no es la primera vez que prepara actividades para los restantes 1.500 estudiantes del IES Pérez Galdós, lo que les sirve de práctica en su futura carrera profesional.

Kaila Alvarado, de 20 años, de Cruz de Piedra, ha optado por la esta enseñanza y aseguró que disfruta con estas salidas al campo, sobre todo cuando se trata de ayudar a personas con discapacidad.

En la llamada Cueva del Silencio, alumnos y monitores coincidieron con otro grupo escolar, esta vez de niños de 5 y 6 años, que con los ojos como platos seguían las explicaciones de su profesora en la búsqueda de hadas y duendecillos en esa cavidad.

Carmen Martín Afonso, directora del IES Pérez Galdós, recordó que el centro "ha apostado desde años atrás por la educación ambiental, promoviendo anualmente actividades orientadas a concienciar a los jóvenes de la importancia del cuidado del entorno, el conocimiento del medio natural canario, el reciclaje y el desarrollo sostenible". Durante esta semana se suma con varias actividades a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

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