El Archipiélago canario se ha convertido en un referente en la región macaronésica en agricultura sostenible y gestión integrada de plagas que afectan a los cultivos, es decir, su control mediante la aplicación de una serie de medidas que permiten reducir la utilización de productos fitosanitarios al mínimo necesario. Así se puso de manifiesto en la jornada de apertura del PERVEMAC II, celebrada en Praia, Cabo Verde, un encuentro dirigido a presentar este proyecto de cooperación cofinanciado por Europa que fomenta el consumo de productos locales con menos presencia de estas sustancias, y en el que participan además de Canarias y Cabo Verde, Madeira y Azores.

Para ello, esta iniciativa, liderada por el Gobierno de Canarias y que se enmarca en el programa INTERREG MAC 2014-2020, analiza los residuos de plaguicidas, micotoxinas y metales pesados en frutas, verduras, vino y cereales a través de muestras que se obtienen de producto final en puntos de venta, investiga los riesgos sobre la salud de los consumidores de las regiones participantes, y forma agricultores en un mejor uso de estos productos.

El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, junto al consejero delegado de GMR, Juan Antonio Alonso, ha acompañado a un equipo de técnicos del Ejecutivo canario, al director general de Agricultura, Silvicultura y Ganadería del Gobierno de Cabo Verde, José Joao Teixeira, y a la presidente del INIDA, Ángela Moreno, en la visita a explotaciones de caña de azúcar y platanera y a una fábrica camoca -producto similar a nuestro gofio-, con el propósito de conocer la realidad de diferentes zonas agrícolas del país, donde la sequía es el principal problema, llegando, en un año seco, a verse reducida la producción agrícola hasta en un 90%, según informa la consejería de Agricultura en un comunicado. Este encuentro ha servido para detectar las necesidades de técnicos y agricultores que recibirán la formación teórica y práctica que prevé el proyecto, dirigida a concienciarles sobre la importancia de un uso responsable de los fitosanitarios.

Control de plagas

Las autoridades caboverdianas se interesaron especialmente por la experiencia del Archipiélago en la gestión integrada de plagas, una estrategia de control que consiste en la combinación de medidas biológicas, tecnológicas o físicas- para reducir los efectos secundarios del empleo de fitosanitarios, que inciden en el agricultor durante la aplicación, en el consumidor cuando ingiere producciones que las contienen, y en el medio ambiente -acuíferos, flora o fauna-. En definitiva, consiste en evitar un uso incorrecto de estas sustancias y actuar contra las plagas con medidas de menor impacto para dichos agentes, y donde la prevención juega un papel determinante.

Para ello existen diferentes acciones como el manejo de la fertilización para lograr mejores suelos y plantas más fuertes y, por consiguiente, más resistentes a plagas y enfermedades; liberar insectos criados en insectarios que actúan como enemigos naturales de organismos nocivos; emplear trampas de feromonas que atraen a los insectos para capturarlos y/o destruirlos; utilizar fitosanitarios de origen vegetal o mineral que se pueden llegar a elaborar de forma casera; aumentar la biodiversidad de los cultivos, etcétera.

Durante la visita, el consejero comentó que el Gobierno de Canarias viene realizando un gran trabajo en este campo a través de la dirección general de Agricultura, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y la empresa pública GMR, en la formación a técnicos y agricultores, y, en el ámbito científico, para detectar y estudiar las plagas más dañinas para los cultivos, con el propósito de obtener tratamientos eficaces para conseguir erradicarlas.

En este sentido, Narvay resaltó el potencial de Canarias como "laboratorio" para el estudio de plagas en cultivos y se refirió a los logros alcanzados en este ámbito en el Archipiélago, como convertirse en el primer territorio del mundo en lograr la erradicación del picudo rojo de la palmera- insecto de efectos devastadores-, y que ahora está exportando su conocimiento a otras regiones afectadas.

El PERVEMAC II da continuidad a un proyecto anterior, el PERVEMAC I, en el marco del cual se analizaron un total de 1260 muestras de frutas y verduras, 866 correspondientes a Canarias, cuyos resultados fueron similares en todas las islas de la macaronesia participantes, demostrando que existía una mayor presencia de residuos de plaguicidas en los productos de importación respecto a los productos de la agricultura local.

"Esto demuestra que el consumo del producto local no sólo tiene las ventajas ya conocidas de cercanía -como menos emisiones por transporte o más sostenibilidad-, frescura y calidad -derivada de que el producto madura en la planta-, sino que además es un producto más seguro en lo que a cantidad de residuos de plaguicidas se refiere, lo que le aporta un valor añadido", destacó el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias.

Fruto de este primer trabajo se detectaron en Canarias también 40 casos de violaciones de los límites máximos de residuos en producciones locales, debidas en su mayoría al uso de fitosanitario no autorizados para ese cultivo en cuestión, consecuencia en casi todos los casos al desconocimiento más que un uso malintencionado. "Es difícil de entender para un agricultor que un producto fitosanitario que está autorizado y es eficaz, por ejemplo, contra el Oídio en pimiento, no está aprobado en berenjena para combatir la misma enfermedad, de ahí la importancia de continuar con este proyecto y de seguir trabajando con los productores en materia formativa para conseguir una agricultura más sostenible", agregó Quintero.