Sin etiquetas ni formalismos y siempre en sintonía con el medio ambiente. Sin adornos superfluos ni consumo desenfrenado. Una alternativa para la celebración de las bodas nacida de un sentimiento de rebeldía ante una sociedad capitalista. Esta es la filosofía de Festival Eco Wedding, una iniciativa pionera en Canarias que busca que las parejas y sus invitados sientan la "esencia del amor". Su impulsora Eli Bermudo (Las Palmas de Gran Canaria, 1979) defiende un concepto diferente en la organización de estas ceremonias con un presupuesto entre un 30% y 40% más barato que el de una boda convencional. Quienes hasta ahora no se han animado a dar el "sí, quiero" por no encontrar una oferta adaptada a sus necesidades y posibilidades económicas, encuentran en este proyecto, según indica Bermudo, una ventana abierta a la música, la naturaleza y la comida sana.
Todo comenzó con la preparación de su boda, que tuvo lugar el pasado 13 de mayo en la finca ecológica Molino de Agua de Fataga, en el municipio sureño de San Bartolomé de Tirajana. La joven grancanaria se dio cuenta de que la unión de su estilo de vida con la actividad profesional que había desarrollado hasta el momento podían fusionarse para alumbrar un proyecto que, tal y como apunta, tiene mucha demanda. "He hecho publicidad, estilismo, atrezo, fotografía y organizado eventos", relata, "y percibí que por todo lo que soy podría formar Festival Eco Wedding". Sus iniciales, forman la palabra inglesa few que significa pocos. Y es que la propuesta de esta empresa se puede resumir en una frase: menos es más.
Pero que haya menos no quiere decir que falte lo vital, sino todo lo contrario. ¿Por qué festival? Porque este tipo de actos tienen que ser amenos y convertirse en un divertimento para pequeños y mayores, aduce. Conciertos, malabaristas o payasos son algunos de los "elementos imprescindibles" para hacer inolvidable un día tan especial. Ahora bien, si hay algo que distingue a este proyecto es su revolucionaria apuesta por lo ecológico para "elevar conciencia".
No en vano, la joven indica que siempre trata de cuidar la naturaleza, rescatar elementos que se encuentra un día de paseo por el campo o dar uso, por ejemplo, a cestas antiguas a las que ya nadie ve utilidad. Así, por ejemplo, es posible encontrar en este tipo de celebraciones fardos de paja como asientos que después se convertirán en la comida de los animales, muebles antiguos restaurados, macramé y telas de cortinas recicladas para dar un estilo bohemio a la decoración, la llegada de la novia en burro, y un catering sorprendente. La comida forma parte de una alimentación vegana -exenta de productos animales-, crudivegana -sin cocción-, o flexivegetariana -basada en la ingesta de frutas y verduras, pero una vez a la semana o cada quince días introduce carne o pescado-. Ésta se ofrece a los invitados en distintos corners, rincones, en los que ellos mismos eligen qué consumir. Un elemento más que rompe con el tradicional concepto de banquete establecido hasta ahora. "Así es más dinámico y natural", subraya Bermudo. En esta iniciativa emprendedora destaca, además, la decidida apuesta por los proveedores locales.
La grancanaria explica que su propuesta ha tenido una gran aceptación en el mercado. "Hay mucha gente que no se casa porque no hay una oferta que se adapte a ellos y porque no quieren tampoco desembolsar una cantidad de dinero exagerada", expone.
Bermudo reconoce que volcarse en este proyecto requiere "muchísimo trabajo", pero al mismo tiempo remarca que se trata de una "apuesta maravillosa y un sueño". Y pese a que la iniciativa se encuentra aún en su etapa inicial, ya ha encontrado su nicho de mercado.
El éxito de su propuesta ha sido tal, que para los días 28, 29 y 30 de septiembre de este año organizará el Market Festival Eco Wedding dentro del marco del Outlet de Mesa y López que se celebra en la capital grancanaria. "El feedback con la gente es muy positivo y se trata de abrir otro camino", concluye.
