El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, afirmó ayer que el Gobierno "no va a tener margen" para rebajar el IRPF en 2018, y que aún quedarán entonces dos años para cumplir la promesa. "Las bajadas de impuestos se hacen al final de la legislatura. Tenemos que tener zanahorias para la negociación", sostuvo durante su intervención en el Foro Cinco Días.

Sobre la creación de la tasa para bebidas azucaradas, una posibilidad que el Gobierno incluyó en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas por si desbviaba el déficit, el ministro apuntó que esta medida no se necesita "por ahora" y que "la creación de tasas es perturbadora". Sin embargo, el Gobierno no tiene intención de recurrir ante el Tribunal Constitucional el impuesto implantado por Cataluña a las bebidas con azúcar pese a que se lo ha pedido la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). Montoro dijo al respecto que "no lo ve" porque "este impuesto existe en otros países de Europa y no europeos y lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. Es el equivalente a un impuesto especial sobre el consumo, y de esos ya tenemos algunos, como el que grava el tabaco. No veo ese recurso al Constitucional y además habría que contar con todos los partidos porque somos un Gobierno en minoría", declaró el titular de Hacienda.

Por ello, Montoro ha recomendado a la industria que hable con todos los grupos políticos y no sólo con el Gobierno del PP.

El ministro sí subrayó, por contra, la intención del Gobierno de introducir penalizaciones fiscales para las empresas morosas que incumplan los plazos de pagos previstos en la Ley de Morosidad.

Además, adelantó que el techo de gasto del Estado no subirá en 2018 por encima del 2,3% y que la voluntad del Gobierno es negociarlo con el PSOE. A su juicio, es un "error tremendo" que el Congreso del PSOE de este fin de semana haya aprobado como "gran proyecto" derrumbar las reformas y las leyes que, según el ministro, han hecho posible la recuperación económica de España. El ministro afirmó que el crecimiento económico que vive España es el "más sano" de su historia y apuntó que el IPC puede terminar el año por debajo del 1%.

Sobre la sentencia del Tribunal Constitución que tumbó su amnistía fiscal apuntó que no piensa dimitir: "No me voy a ir porque tengo trabajo. Uno no se va cuando quiere", sostuvo.