Al actual vicepresidente segundo de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Vicente Marrero, y al tercero, Gustavo Ojeda, les cogió por sorpresa la irrupción de José Juan Socas en la carrera electoral a última hora. A su compañera Salud Gil, vicepresidenta primera, no. "Es natural, incluso pensé que iba a haber más candidatos", explicó. En cualquier caso, todos ellos dieron la bienvenida al cuarto integrante de la liza. Lejos quedan los tiempos en que era necesario vigilar la espalda ante la segura presencia de cuchillos voladores.
Todos dejan claro que nadie puede arrogarse la representación de las pequeñas y medianas empresas, porque eso son, pymes, más del 90% de sus asociados. Talleres de reparación de vehículos o instaladores eléctricos en el caso de la Femepa (sector del metal) que preside Marrero o yesistas, escayolistas o albañiles que se nuclean en torno a la AECP (construcción) que encabeza Gil.
El primero de ellos afirma que en estos cuatro años "se ha creado un buen equipo" en torno al presidente de la patronal de Las Palmas, Agustín Manrique de Lara, y es momento de afianzar "logros" que ya están encaminados como "la regionalización en la representación ante el Gobierno de Canarias". Lo que introduce otro factor de juego limpio no siempre conocido en el ámbito de las patronales: la buena sintonía con la CEOE-Tenerife que comanda José Carlos Francisco.
Salud Gil alude a su "desarrolladísima vocación de servicio público y al enamoramiento del movimiento empresarial" como dos de las variables que alimentan su intención de repetir en el cargo por otros cuatro años. Coincide con Marrero en el buen funcionamiento y la cohesión del grupo que ha liderado la CCE desde el verano de 2013. "Cuando las cosas van bien, no hay que cambiarlas", expone Gustavo Ojeda, quien señala que los industriales tabaqueros estiman "muy positivo" tener representación en la patronal.
Enfrente tendrán a su compañero en la ejecutiva José Juan Socas, que se presenta por la Federación Empresarial Canaria (FEC) y la semana pasada se mostraba seguro de conseguir los apoyos suficientes. "Que decidan las bases", apunta la vicepresidenta primera.
