Como estaba escrito en el guión, Agustín Manrique de Lara será presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) hasta 2021. Era el único candidato y ninguno de los presentes ayer en la asamblea electoral se opuso a que revalidara el cargo por aclamación. Lo mismo ocurrió con el tesorero, puesto en el que se estrena el presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Gonzalo Medina. La batalla por hacerse con una de las tres vicepresidencias sí dejó espacio a las antaño abundantes traiciones y a punto estuvo de dejar fuera a Salud Gil, que logró hacerse con la tercera y última por solo 21 votos de ventaja sobre José Juan Socas.
La disconformidad de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) con los actuales rectores de la patronal de Las Palmas se concretó con la ausencia de sus representantes. Las relaciones con el sector que más aporta a la economía canaria son gélidas desde hace meses. No obstante, Manrique de Lara, que aseguró asumir el difícil reto de devolver las aguas a su cauce, no entendió el motivo de la queja.
El presidente aseguró que la FEHT cuenta con su apoyo "y el de toda la CCE. Nunca en asuntos de calado hemos abandonado al sector turístico", sostuvo y abogó por que los trapos sucios se laven en casa: "Nos gusta que el debate se haga dentro de los órganos" de la Confederación.
En su discurso de investidura, el reelegido presidente de los empresarios de la provincia de Las Palmas volvió a reiterar la necesidad de que el Gobierno de Canarias devuelva el IGIC al 5% en que estaba hasta julio de 2012. Además, destacó la importancia de volcarse en la educación como garantía para la obtención de mejores salarios y descartó que la oferta de "jubilaciones anticipadas o subsidios generalizados" constituya una "solución".
A su juicio, el actual ciclo expansivo de la economía supera ampliamente en salud al que se disfrutó antes de la crisis. "La inflación está controlada, la competitividad es alta y no dependemos de la financiación exterior para seguir creciendo", expuso y restó intensidad a la brecha social citando un informe del Instituto de Juan de Mariana sobre desigualdad. Dicho documento sitúa a España por delante de Francia y Alemania en "igualación de la riqueza de los hogares".
Baile de sillas
La previsibilidad de la que disfrutó la reelección del presidente se transformó en emoción a la hora de decidir qué vicepresidentes lo iban a acompañar. La presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores (AECP), Salud Gil, se levantó ayer como vicepresidenta primera y a la hora de comer era vicepresidenta tercera.
Los 82 votos que obtuvo fueron ampliamente superados por los 162 del presidente de Femepa (metal y nuevas tecnologías), Vicente Marrero, y los 147 del máximo representante de la Asociación Canaria de Industriales Tabaqueros (ACIT), Gustavo Ojeda; antes vicepresidentes segundo y tercero, y ahora primero y segundo, respectivamente.
Gil restó importancia a la pérdida de casi la mitad de los votos que consiguió hace cuatro años y aseguró que seguirá "trabajando igual". No obstante, reconoció que el cambio de roles responde a "una estrategia" sostenida por "determinados sectores" que decidieron incumplir "el acuerdo institucional" al que llegaron los tres vicepresidentes para apoyarse entre sí.
Durante el recuento, realizado en público y en alta voz, ya pudo comprobarse que algo no funcionaba según lo previsto. Fueron muchas las papeletas en las que los votantes marcaron solo dos nombres -podían llegar a un máximo de tres- y se repetían hasta la saciedad los de Vicente Marrero y Gustavo Ojeda. Más extraño aún fue comprobar que también gran número de sufragios apostaban por el dúo Vicente Marrero, de nuevo, y José Juan Socas.
Este último repetirá en el comité ejecutivo. En pos del "máximo consenso", así lo confirmó Manrique de Lara tras su reelección. Socas, que se presentó por la Federación Empresarial Canaria (FEC) y preside la Confederación Canaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme) -sin representación como tal en la CCE- reconoció haber llegado "a un acuerdo" previo "con Femepa", también para el apoyo mutuo. "Hemos cumplido", afirmó, pero "las traiciones existen y entendemos que nos han fallado entre 25 y 30 votos". Obtuvo 61 apoyos, con lo se quedó a 21 de alcanzar a Gil.
Por su parte, Marrero se mostró sorprendido por la diferencia de votos con respecto al tercer y cuarto candidatos. "Sinceramente, no me lo explico", afirmó antes de señalar que en esta ocasión sí tenía las ganas de participar que le faltaron en la cita anterior, cuando sus ocupaciones profesionales le restaban tiempo. Mientras, Ojeda aseguró no esperar "tantos votos" y sostuvo que las sectoriales que él controla cumplieron con el compromiso del apoyo mutuo entre los vicepresidentes que, en distinto orden, vuelven a acompañar a Manrique.
