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El dinero como consecuencia

Vanessa Marrero dirige un proyecto que forma a emprendedoras en educación financiera emocional

Vanessa Marrero antes de una de sus clases a emprendedores. LP / DLP

"El dinero no puede ser un fin en sí mismo, sino que debe ser la consecuencia de hacer algo que te apasiona y de aportar valor al mundo. En dónde ponemos el foco, está la diferencia". Vanessa Marrero es economista, educadora financiera y coach. Tras cerrar una etapa de su vida profesional después de que la empresa familiar en la que trabajaba entrase en proceso concursal, Marrero decidió dar un giro a su vida y buscar nuevas motivaciones. Así surgió un proyecto en el que ayuda a las mujeres emprendedoras "a hacerse dueñas de su economía" mediante el sistema de Educación Financiera Emocional que creó a partir de su propia experiencia. Asegura, por un lado, que las féminas tienen que lidiar con una serie de estereotipos y exigencias a las que no están sometidos los hombres y, por otro, que éstas "no son educadas para la gestión del éxito". Por estas razones, Marrero decidió poner la lupa sobre ellas.

Nutricionistas que forman a otros profesionales de su campo, veterinarias, diseñadoras de moda, entrenadoras personales, o mujeres que quieren poner en marcha una ludoteca o academia de inglés. Las actividades que desarrollan las mujeres que solicitan asesoramiento a Marrero son tan variopintas como las posibilidades de crecimiento que ofrece el emprendimiento. "Los trabajos fijos para toda la vida ya se acabaron y quien no lo quiera ver es que está de espalda a la realidad", sostiene. Pese a la ligera recuperación que experimenta la economía española, la alta temporalidad en las nuevas contrataciones pone de manifiesto, a su juicio, que emprender no es "una" opción, sino "la" opción.

Salto digital

Desde el vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Lanzarote, Marrero centraliza toda su actividad. Pero no solo asesora a las mujeres de la isla conejera, pues en la era de la globalización las barreras geográficas son inexistentes. Además de impartir una formación grupal presencial en la que en seis horas explica las claves de la educación financiera emocional y subraya la importancia de hacer algo que guste como base para el éxito, la canaria también ofrece seis sesiones personalizadas, ya sean presenciales o mediante Skype, para que las autónomas "conozcan a ciencia cierta qué sucede en su empresa" -como, por ejemplo, el flujo de pagos e ingresos que tienen- y puedan tomas decisiones adecuadas.

La apertura al mundo digital supone un salto de calidad de esta iniciativa, surgida en 2012 pero que hasta hace apenas dos meses no se sumergió en la red. Marrero explica que después del verano estará desarrollada la escuela on line, desde donde se podrá contratar diferentes módulos o el sistema completo con vídeos, ponencias y ejercicios prácticos.

La fase previa al arranque de un nuevo proyecto son importantes para garantizar el éxito. En ese paso decisivo para zambullirse en una nueva y desconocida iniciativa también está presente Marrero con Emprendimiento Consciente. En este caso, también acompaña a mujeres que tienen una idea pero que no saben qué hacer con ella o aquellas sin ningún proyecto entre manos que buscan nuevos horizontes con la puesta en marcha de sus propios negocios. El design thinking, el uso de mapas mentales y el fomento de la creatividad, son factores fundamentales en el desarrollo de este procedimiento.

A la hora de poner en marcha un negocio, la única garantía de que éste funcione es que se haya elegido con el corazón. A pesar de que muchos emprendedores creen que copiar una idea que le ha funcionado a otro es un seguro, no es así, según explica Marrero. Pone como ejemplo a las fruterías. "Durante una época se pusieron de moda porque parecía que marchaban bien; pero si abres una y no te motiva es difícil alcanzar el éxito", esgrime.

La canaria expone, en este sentido, que la prioridad no debe ser el dinero. "Es hacer aquello que te encanta y convertirlo en profesión", insiste, "para aportar valor al mundo". Ahora bien, Marrero reconoce que tratar de alcanzar el éxito así puede ser más complicado, pero, según defiende, el camino más duradero para que esa 'gloria' no sea efímera.

En su caso, asegura, cuando puso en marcha su proyecto estuvo años sin cobrar nada: "El dinero no es mi prioridad, lo es ayudar a otras mujeres a través de mi experiencia y, como consecuencia de ello, gano dinero". Poniendo como ejemplo su caso, Marrero quiere que cada vez sean más las féminas que decidan tomar las riendas de su propios negocios. Por eso, si no llega el dinero en los primeros compases de sus empresas, recomienda "contar con algunos ahorros o trabajar de manera solapada en otras cosas para subsistir".

El aprovechamiento de las herramientas digitales para potenciar los proyectos es otro de los aspectos sobre los que Marrero incide para hacer despegar un negocio. Obviarlas sería, bajo su punto de vista, un error. Más si se tiene en cuenta que las islas constituyen territorios limitados. "Ahora es un momento increíble para llegar a nuevos mercados", sentencia.

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