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Entrevista a Agustín Payá

"España está a la cola en el desarrollo e implantación del coche eléctrico"

El piloto Agustín Payá, ayer, tras de la entrevista. JOSÉ PÉREZ CURBELO

¿Qué le empujó a cambiar un vehículo de combustión interna por otro de propulsión eléctrica?

Además de piloto, soy ingeniero y siempre tuve inquietudes por las nuevas tecnologías que apuntaban hacia la sostenibilidad. Cuando en 2010 mi escudería de aquel entonces, Mercedes Benz, me informó que iba a sacar un modelo prototipo eléctrico de clase A dije que lo quería para mí. Me enganché muy rápido. En 2012, fui el primer campeón de una disciplina del automovilismo en la categoría de eléctricos EcoSeries, en el que conseguí ganar cuatro campeonatos consecutivos, y también gané el primer rally de España de energías alternativas.

¿Qué ventajas tiene?

En el coche de combustión, el 20% de la energía calorífica que le pones se traduce en movimiento. En un coche eléctrico, en cambio, es el 90%. La diferencia es abismal. Eso quiere decir que es un coche mucho más reactivo que se controla muy bien con el pedal. Cualquiera que conduzca un vehículo limpio se da cuenta enseguida.

¿Va igual de rápido?

Muchos piensan que es lento, que no puede subir ni una cuesta. Igual es por los carritos de golf, que han hecho mucho daño a los coches limpios. ¿Pero cuál es el tren más rápido? El ave, que es eléctrico. Es decir, si quieres hacer algo rápido y eficiente tienes que ir a un motor eléctrico.

¿Se ha mejorado en los últimos años la instalación de puntos de recarga? ¿Alguna vez se ha quedado sin batería?

Hace siete años que lo uso a nivel doméstico y nunca me he quedado tirado. La infraestructura aún no es tan extendida como la de las gasolineras y requiere una cierta planificación en función de la autonomía del coche. Si se hace así, no tiene que haber ningún problema. Yo he recorrido más de 350.000 kilómetros con un coche eléctrico y nunca me he quedado sin batería. Te puedo decir que, incluso, he enchufado el coche en un restaurante. En casos extremos, te sirve un enchufe de los que hay en casa y de esos hay a millones en cualquier sitio.

¿Están preparadas las ciudades para absorber la demanda de vehículos eléctricos?

Lamentablemente España va a la cola del desarrollo e implantación del coche eléctrico. De España hacia arriba las infraestructuras son mucho más nutridas. Cuando paso la frontera con Francia ya puedo moverme como con cualquier otro coche, baja el nivel de alerta por decirlo de alguna manera. Y Portugal, que es un país más pequeño, tiene más puntos de carga por habitantes que nosotros.

España, pese a su potencial en renovables, llega tarde a este sector mientras que China acapara un tercio de los coches eléctricos que circulan en el mundo.

España es uno de los países con mayor índice de insolación. Es decir, es el que más energía renovable potencial podría generar y no lo hace. Es una anomalía que tampoco puede durar mucho tiempo porque no nos interesa. Aquí, por suerte o por desgracia, no producimos petróleo porque éste está geolocalizado. El sol, el viento y el agua, en cambio, está en todas partes y en España somos líderes.

¿Cree que existen resistencias a que este sector despegue por el temor a que se produzca una caída del petróleo?

Todo monopolio siempre tiene una cierta resistencia a que las cosas cambien. Si controlan ese elemento tan importante para el desarrollo de los países y del mar es lógico que quieran que ese estatus no cambie. Otra cosa es que sea lícito o no. Al final, la humanidad siempre se ha basado en el desarrollo para avanzar, pero el petróleo no tiene que desaparecer de la escena. Le podemos dar un uso mucho mejor que quemarlo. Todo el mundo tiene cabida en este nuevo paradigma.

El mes pasado el Consejo de Ministros aprobó destinar 10 millones a incentivar el coche eléctrico, ¿se fomenta lo suficiente la compra de vehículos eléctricos en el país?

Esa bolsa de dinero que se pone está muy bien, pero se agota muy rápido. Es decir, creo que no cubre toda la demanda. En otros países, como en Noruega, las ayudas han sido mayores y han tenido mucho éxito. El 40% de los vehículos que se venden allí son eléctricos y, a medio plazo, tendrá un beneficio para el país. Hay un coste de seguir con el uso del combustible que es difícil de cuantificar porque es muy grande y seguramente mayor que todos los incentivos que se den. Cualquier incentivo que puedas trasladar hacia un cambio de modelo, a la larga será positivo.

El precio también supone un freno para los compradores.

Creo que esa es una mentalidad cortoplacista. Hoy [ayer para el lector] cogí un taxi en el aeropuerto tras aterrizar en la isla. Le expliqué al taxista que lo más normal en Holanda es que te recoja un taxi eléctrico en el aeropuerto. Le sorprendió y le expliqué los beneficios que tenía. Me dijo que en 15 minutos le había convencido. Un coche es siete veces más eficiente que un coche de combustión. ¿Para qué vamos a gastar más pudiendo gastar menos? A su bolsillo le sale a cuenta y al de todos los españoles también.

¿Por qué?

Porque si hay menos contaminación, hay menos enfermedades y menos coste sanitario. Si hay menos importación de carburos, hay menos déficit y hacemos un consumo de nuestra energía. Esa tecnología se basa en algo que es favorable y no en el petróleo, que lo podemos usar para otras cosas mejores y evitar los daños colaterales que tienen. El planeta está sufriendo una aceleración del cambio climático y eso nos puede afectar muchísimo.

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