Banco Santander compensará con "bonos de fidelización" a los inversores minoristas de Banco Popular que compraron acciones en la ampliación de capital puesta en marcha por esta última entidad en la primavera del año pasado. Para acogerse a la oferta, exigirá la renuncia expresa a emprender acciones legales contra el banco cántabro.

Santander también compensará a quienes adquirieron obligaciones subordinadas computables como Tier 2 de las emisiones del 29 de julio y del 14 de octubre de 2011 y las mantuvieran depositadas en alguna de las redes del Popular en España o de Santander en el momento de la resolución. Así lo comunicó ayer el banco que preside Ana Botín a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Además de los inversores institucionales, también quedan fuera del alcance de la oferta los miembros del consejo de administración de Banco Popular, las personas vinculadas a ellos y los accionistas que, individual o concertadamente, hayan tenido participación significativa declarada en la entidad.

La oferta consiste en la entrega al cliente de bonos que darán derecho a cobrar trimestralmente la rentabilidad que aporten. Tienen un tipo de interés nominal anual del 1% y tienen el carácter de obligaciones perpetuas, con 100 euros de valor nominal. Tendrán que pasar siete años para recuperar el capital invertido, circunstancia que queda a discreción del banco cántabro y siempre que lo autorice previamente el Banco Central Europeo (BCE).

Por otro lado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presentó ante la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional un recurso contra la resolución del Banco Popular. La organización ya presentó una querella contra el expresidente de la entidad Ángel Ron y la firma auditora PwC, entre otros, por falsedad contable y estafa al inversor.

En esta ocasión, la OCU dirige su acción por vía administrativa contra la Comisión Rectora del FROB que ejecutó la decisión de la Junta Única de Resolución (JUR) de venta al Santander por un euro.