Luis Mármol, propietario de varios complejos de apartamentos turísticos en Arguineguín (Mogán), adquirió en marzo cuatro vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos. Los trajo a la isla y desde entonces no los ha podido mover ni un metro por falta de la homologación que le debe conceder la Dirección General de Tráfico para que los coches hagan eso para lo que han sido fabricados, circular. El Ministerio de Industria no ha definido aún un protocolo para que particulares puedan convalidar vehículos sostenibles comprados en el extranjero.

"Compré cuatro coches. Dos para mi mujer y para mí, y otros dos para alquilarlos a turistas", explica. El empresario, natural de Cuba, cuenta que realizó la compra en América por la sencilla razón de que les costaba la mitad de precio que en España, pero ha terminado pagando mucho más en su intento por matricularlos sin éxito.

Cansado del laberinto administrativo en el que se ha visto inmerso, tras cuatro meses sin lograr homologar los automóviles, Mármol ha decidido revenderlos a un comprador en Ucrania después de haber hecho, sostiene, todo lo posible para poder matricularlos. "Llevo gastados unos 6.000 euros en papeleo, y sin poder moverlos", declara con disgusto.

El hostelero explica que en su primera visita a un centro de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se le exigió cambiar las luces laterales y de niebla para adaptar los vehículos a los requisitos requeridos por el Espacio Económico Europeo (EEE). Sin embargo, en la siguiente visita, los funcionarios de la ITV denegaron la homologación por no tener cumplimentados los documentos necesarios. Entonces decidió ponerse en contacto con Applus+ Idiada, una gestoría dedica a la automoción y la homologación de vehículos. Mármol asegura que la empresa admitió no tener información sobre cómo certificar coches eléctricos importados del extranjero.

Según el real decreto de 2010 que regula los procedimientos de homologación de vehículos, para que los fabricados fuera de la Unión Europea puedan conseguir un número de matriculación solo es necesaria la convalidación de la documentación del coche y que pase la inspección técnica. Pero eso es para los coches de combustión ¿qué sucede con los eléctricos? Applus+ Idiada apunta a un vacío legal. El Ministerio de Economía, Industria y Competitividad no ha establecido aún una regulación para los coches eléctricos adquiridos fuera de Europa de manera individual. "Si no hay legislación no podemos emitir un protocolo", señala una portavoz de la gestoría internacional. Esta laguna, sin embargo, no afectaría a los coches verdes comprados en serie y adquiridos a través de concesionarios nacionales.

Andrés Santana, técnico superior en gestión de transportes contactó con Mármol a través de los anuncios que éste había publicado en diferentes páginas web. Santana, que en un principio estaba interesado en los coches, asegura que los modelos de Nissan Leaf que se fabrican en España son iguales que los estadounidenses, sólo que adaptados a las características propias de la normativa de cada territorio. "Al no existir un protocolo, los dueños de los vehículos comprados en el extranjero tienen que encargarse de hacer un informe en laboratorios de homologación, lo que puede llegar a 20.000 euros", precisamente el precio de uno de estos vehículos eléctricos en España.

El Nissan Leaf consiguió este año ser el coche eléctrico más vendido del mundo. Este modelo se ha ganado el favor de los consumidores por su sistema de propulsión totalmente eléctrico, así como por contar con tecnología propilot park, esto es, aparca solo.