El capital canario no es ajeno a los nubarrones que se ciernen sobre las sicav (sociedades de inversión de capital variable). En el acuerdo que suscribieron Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C's) para la investidura de Mariano Rajoy como presidente, la formación naranja incluyó medidas para garantizar que realmente estos vehículos son instituciones de inversión colectiva y no un chiringuito montado para que una persona pague a Hacienda solo el 1% del beneficio que alcance en lugar del 25% (tipo general del impuesto de sociedades). El resultado es que ocho conocidas sicav canarias han echado ya la persiana o están en ello.
De nada sirven los mensajes de tranquilidad que se han lanzado desde Ciudadanos haciendo ver que solo pretenden poner orden y en absoluto desatar una caza de brujas. Incluso, el portavoz de Economía de dicho partido, Toni Roldán, explicó que ni siquiera son partidarios de que solo puedan tenerse por accionistas (la legislación actual exige un mínimo de cien por sicav) a quienes poseen al menos el 0,55% del patrimonio.
El mensaje no cala. "No hay otra razón, es ese anuncio el que provoca los cierres", afirma desde Renta4 su director en Las Palmas, Mariano Sanginés. Sobre todo porque lo que no niegan en C's es su deseo de que sea la Agencia Tributaria la que vuelva a tomar el control en este ámbito en lugar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre quienes atesoran grandes fortunas, el mantra de Hacienda, cuanto más lejos, mejor es tenido por muy cierto.
La falta de certidumbre espanta al capital. Solo en el primer trimestre de este año el número de sicav españolas que tomaron otro rumbo era ya la mitad del total de 2016. "Esto es algo que vamos a seguir viendo en los próximos tiempos", explica el socio director de la empresa de asesoramiento financiero canaria Pharum Capital, José Ignacio González.
A lo largo del pasado ejercicio, al menos cuatro conocidas sicav isleñas movieron la última ficha. Grupo Satocan Invest, presidida por José Julio Artiles, vicepresidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria, y en la órbita del consejero de Sacyr Juan Miguel Sanjuán, se convirtió en sociedad limitada.
Además, se produjo una reorganización de herramientas de inversión en el entorno de Ram Bhavnani. Kalyani, su institución de inversión colectiva de mayor tamaño, engulló a Cartera de Inversiones Canarias, también nacida al calor del holding matriz Casa Kishoo. Distinto camino tomaron las dos restantes. Rieta Capital, presidida por Luis Miguel Cabrera, y Parlena Inversiones, con Porfirio Ortega al frente, fueron absorbidas por sendos fondos de inversión de Bankinter, banco depositario común a ambas.
Cuatro en este mismo año
Otras cuatro han dicho adiós en este mismo año. Belgravia Delta, comandada por el recientemente reelegido presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, fue absorbida por Belgravia Balboa para acabar en el fondo de inversión Belgravia Delta, constituido en marzo de 2016. Es otra de las fórmulas por las que optan las sociedades de inversión colectiva espantadas por lo que está por venir.
A decir de los expertos no será lo más usual. La Dirección General de Tributos ya ha advertido de que va a estar atenta a las reconversiones de sicav en fondos. En otras palabras, no va a tolerar que se dé ese paso con el único objetivo de mantener la presión fiscal en el 1% -los fondos de inversión también gozan de esa baja tributación- y ha dejado la puerta abierta en esos casos al afloramiento de las plusvalías de la sicav absorbida. Es decir, hará pasar por caja a quienes recurran a esta fórmula con ánimo espurio.
Por su parte, Pedro Agustín del Castillo, presidente de la aerolínea Binter, optó por extinguir su sicav Kelso Braton. El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, tiene en ese mismo proceso a Mara Cartera de Inversiones; el pasado 9 de junio el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) ya publicó su dimisión y la del resto de integrantes de la dirección de esta sicav. Por último, Sima Inversiones, con el expresidente de la Cámara de Comercio Ángel Ferrera al frente, pasó a convertirse en una sociedad limitada.
Las ocho sicav con pedigrí isleño que ya han pasado a la historia, o casi, ejemplifican tres de los caminos que están tomando estos vehículos de inversión en toda España. En el caso de las que se extinguen, el patrimonio pasa a quedar depositado en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad a la espera de diseñar nuevas estrategias para obtener la mejor rentabilidad posible.
Las que se convierten en sociedades limitadas o anónimas adquieren el funcionamiento de cualquier empresa a partir de ese momento. Salvan por tanto el ahorro fiscal del pasado pero empiezan a pagar con normalidad por el Impuesto de Sociedades. Por último, las que se integran o se reconvierten en fondos de inversión, vigilancia de Hacienda aparte, continúan con sus inversiones normalmente y pagando el 1% por los beneficios.
Sin embargo, fuentes consultadas advierten de la existencia de una tercera vía por la que se esfumarán buena parte de las intenciones del Gobierno de España y Ciudadanos. La patronal del sector inversor, Inverco, utiliza el eufemismo "deslocalización del patrimonio". Es lo que toda la vida vino en llamarse fuga de capitales, si bien en esta ocasión de manera totalmente legal.
Luxemburgo e Irlanda son los países que aparecen con más posibilidades de acoger el dinero que va a salir de España. "Como no se den prisa, cuando aprueben la nueva legislación sobre las sicav, no va a quedar ninguna", afirmó una de las fuentes consultadas. Desde hace años, Banca March tiene replicada en el primero de esos dos países su exitosa sicav Torrenova. Y este es solo un ejemplo.
De entre las sicav que decidieron mantenerse como tales, destacaron los resultados logrados por las que manejan Ram Bhavnani y su entorno, con rentabilidades de entre el 6,5% (Bombay Investment Office) y el 7,3% (Kalyani). Especial mención para Renta Insular Canaria, presidida por Felipe Ruiz y que tiene como consejera a María Carceller, hermana de Demetrio Carceller (Disa). Alcanzó un 10,5% de rentabilidad y los expertos ven lógico que se convierta en breve en un fondo de inversión.
