La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

"La oferta de FP relacionada con el turismo es poca, solo unas mil plazas"

"Sería posible usar con éxito elementos del sistema alemán adaptados al contexto del Archipiélago", afirma el investigador Marcus Eckelt

Marcus Eckelt, en un instante de la entrevista. JOSÉ LUIS GONZÁLEZ

En España, y en concreto en Canarias, la Formación Profesional (FP) alemana ha saltado a la palestra en los últimos años como ejemplo de eficacia. Existe la sensación, sin embargo, de que los porqués de su pretendido éxito no son tan conocidos. A grandes rasgos, ¿qué es lo que la caracteriza?

Hay que aclarar que la FP dual es una opción, porque hay otra opción, más parecida a la FP española, que está basada en la escuela. A esta última acceden alrededor de 200.000 alumnos cada año, mientras que algo más de 500.000 se forman en la FP dual, que es la más importante pero no la única. La FP dual está algo separada del resto del sistema educativo. En esta modalidad hay una ley nacional para la parte de la formación en las empresas, que es esa parte muchas veces difícil de entender en países con otra tradición, ya que la FP en Alemania está basada en el contrato de trabajo. A partir de los 15 o 16 años, cuando el alumno ha terminado el mínimo en la etapa de la escolarización obligatoria, el alumno o sus padres pueden firmar un contrato con la empresa para comenzar el aprendizaje profesional.

El contrato se firma, por tanto, desde el comienzo del período formativo, mientras que en España los alumnos hacen prácticas en las empresas una vez finaliza el período en las aulas.

Sin contrato, en general, no hay FP dual. Con ese contrato entras en la escuela, esa es la gran diferencia, porque aquí tienes plaza en la escuela y es en la escuela donde le buscan al alumno la empresa donde hacer las prácticas. Allí es al revés: tienes un contrato, y en el contrato está estipulado que la empresa ha de pagar un salario mensual más la correspondiente Seguridad Social, un salario que puede ser menos que el salario mínimo pero porque la empresa ha de dar al aprendiz la libertad de ir a la escuela, normalmente dos días a la semana.

De modo que en Alemania se trabaja desde el primer día.

Las jornadas laborales son de ocho horas. En una industria, por ejemplo, desde el primer día se le da su ropa de trabajo al alumno, sí.

La pregunta del millón, que no pocos vienen haciéndose en Canarias desde que la crisis terminara de destapar las carencias de la FP, es si ese modelo es exportable. En definitiva, ¿funcionaría en las Islas?

No creo que pueda copiarse completamente el sistema de FP de un país, pero sí que sería posible usar con éxito elementos del sistema alemán adaptados al contexto canario. Hay un debate internacional y nacional en Alemania sobre esa pregunta. Hace diez años, lo más importante era que los Estados tuvieran un mínimo de un 40% de universitarios, eso era el futuro. Pero en los últimos años esto ha cambiado, y ahora lo más importante es el Workplace Learning, la transferencia de conocimiento del sistema alemán-austríaco.

Pero ¿qué sería necesario para al menos acercar la FP española al modelo germano?, es decir, para aproximarla a sus niveles de inserción laboral.

En primer lugar se necesitan empresas que estén dispuestas a invertir en un aprendiz. En Alemania, cada empresa invierte unos 5.000 euros en un año de aprendizaje. Otra cosa es que, en Alemania, el alumno necesita el contrato desde el principio, y la oferta de aprendizaje depende casi exclusivamente de las empresas. Son las empresas las que ofrecen plazas y los jóvenes, individualmente, buscan esas plazas.

Y en un mercado laboral como el canario, tan altamente dependiente del turismo, ¿por qué...?

[Interrumpe] Te preguntas, claro, por qué no hay más oferta de FP relacionada con el turismo. Es bastante poca, sí, solo unas mil plazas.

¿No se pierden así posibili-dades?

Yo tengo la misma duda, ¿por qué no lo hacen? Ahora, por ejemplo, estamos trabajando en un proyecto con Grecia para intentar poner en práctica a pequeña escala el sistema alemán en otro contexto. Y en Grecia está funcionando, donde hay una situación social muy parecida, con un desempleo juvenil muy alto; hay empresas que están dispuestas a pagar a los estudiantes. ¿Por qué? Porque tenían el problema de que los estudiantes llegaban a la empresa tras año y medio de teoría, de modo que era muy difícil que fueran productivos en tres meses y, al final, tenían que formarlos de nuevo. En cambio, si invierten un poco durante los dos años, pueden sacar provecho de su trabajo de inmediato. Esta experiencia se está llevando a cabo en el sector de hoteles de muy alta calidad, de cuatro o cinco estrellas. Diría que es muy importante hacer una estrategia así, empezar con un objetivo claro en un sector que tenga los recursos.

Aunque sin un cambio definitivo de mentalidad parece imposible, ¿no? Es decir, la empresa ha de entender la formación como inversión y no como gasto.

Yo veo un problema en España con la legislación, en la lógica de que el Estado pague de una forma directa o indirecta a la empresa los gastos de tener estudiantes formándose. Esa lógica ya da a entender que para la empresa no es una inversión, cuando es su futuro.

Le daré entonces la vuelta a una pregunta anterior: con el tejido productivo canario, mayoritariamente integrado por microempresas, ¿las posibilidades de una FP a lo alemán quedan circunscritas a, por ejemplo, las grandes cadenas hoteleras?

Hay muchas empresas con menos de cinco personas, así que ahí ya falta, en cierto sentido, la base del sistema. Otra cosa es que durante una crisis es más difícil convencer a empresas para invertir en algo que no da beneficios a corto plazo. Pero se pueden hacer cosas en sectores como el turismo, que sería lo lógico, e incluso en el de las energías renovables, pero haría falta una estrategia para que funcione.

Compartir el artículo

stats