El segundo trimestre del año dejó buenas noticias para el empleo. Entre abril y junio se crearon 208 puestos de trabajo diarios en Canarias y en la actualidad son 828.600 los isleños ocupados, la cifra más alta desde septiembre de 2008, cuando la crisis económica comenzaba a zarandear al mercado laboral. El Archipiélago se benefició con intensidad del viento favorable que sopló en todo el Estado, con mejoras en quince de las 17 comunidades autónomas. Por vez primera desde hace nueve años y medio, España tiene menos de cuatro millones de parados.
Los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) produjeron satisfacción en el Gobierno canario y en el central, pero con la moderación a la que obliga contemplar que en las Islas son aún 266.000 los ciudadanos que claman por una oportunidad laboral -la tercera mayor tasa de paro (24,30%)- y en todo el país, 3,91 millones (17,22%). Los partidos de izquierda y los sindicatos volvieron a colocar el foco sobre la baja calidad del empleo creado.
El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, no ocultó que la temporalidad "es una de las cuestiones pendientes" que tendrá que abordar el Gobierno del que forma parte. Por su parte, la consejera de Empleo del Ejecutivo canario, Cristina Valido, destacó la importancia de la formación como factor para incrementar las posibilidades de tener trabajo. No obstante, destacó la creación de 18.900 empleos en el segundo trimestre y de 28.700 a lo largo de los últimos doce meses.
13.800 parados menos
Al finalizar junio, Canarias tenía 13.800 parados menos que al inicio de abril. Hay que remontarse a hace exactamente ocho años para encontrar más desempleados que en el momento actual. El recorte en el ámbito nacional se elevó hasta los 340.700 españoles, el mayor en un solo trimestre de toda la serie histórica. Si la creación de empleo en el Archipiélago no repercutió con mayor intensidad en el número de personas que aún continúan a la espera de retornar al mercado laboral, es porque volvió a crecer el número de activos, la suma de quienes trabajan o no lo logran pero tienen intención de hacerlo.
Es ya un mantra. La población crece mientras se reduce en el conjunto de España. Un hecho que destacó la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) en la presentación de su informe anual para explicar la mayor timidez de la evolución del producto interior bruto (PIB) per cápita en las Islas. En un reciente informe, la consultora Corporación5 señaló el incremento demográfico como el factor decisivo que ha llevado al Archipiélago a separarse del nivel de riqueza estatal desde el año 2009. Aumenta la población y, en buena lógica, también lo hace el número de personas que necesita trabajar.
Retornando a la CCE, su secretario general, José Cristóbal García, ha apuntado en más de una ocasión la necesidad de que el INE aumente el número de encuestas que se realizan en Canarias para la elaboración de la EPA. Recomendación que no es baladí, teniendo en cuenta las sorpresas que el resultado final encierra cuando se aumenta el nivel de detalle en el estudio de los datos.
También en esta ocasión algunas cifras generan dudas. Por ejemplo, la provincia de Las Palmas acaparó casi en exclusiva la creación de empleo (18.300), mientras que la abundancia regional dejó solo migajas (600) en Santa Cruz de Tenerife. Es una discordancia que en otros trimestres se ha dado en sentido contrario, de tal manera que en la última de las dos provincias hay menos parados (114.100) que en la oriental (151.900). De hecho, la reducción de parados fue más intensa en occidente (-12.000) que en oriente (-1.700). Se crea menos empleo pero se reduce más el desempleo. ¿Cómo puede ser? Porque la EPA señala que el número de activos creció en 16.600 en Las Palmas y se redujo en 11.400 en Santa Cruz de Tenerife.
La mayoría de los nuevos puestos de trabajo se crearon en el ámbito de la empresa privada -12.000-, mientras que el sector público aportó los 6.900 restantes. Además, los 20.900 contratos indefinidos ganaron por goleada a los temporales, que no solo no sumaron en esta ocasión, sino que se redujeron en 7.500. Todos los sectores fueron escenarios propicios para la generación de empleo. En mayor medida los servicios, con 10.500 ocupados más que al terminar marzo, casi un tercio de ellos (3.200) en la rama en la que se incluyen el comercio y la hostelería; buena noticia que vale doble teniendo en cuenta que el trimestre observado no incluye época de rebajas y es el peor para el turismo, el tiempo en que ha terminado la temporada alta y aún no ha llegado el tirón del verano. La construcción generó otros 6.700 puestos de trabajo; la industria, 1.700, y la agricultura, 200.
Al presidente español, Mariano Rajoy, los datos le produjeron una "enorme alegría" y los consideró "gasolina" para avanzar en la misma línea. A decir del Instituto de Estudios Económicos (IEE), la felicidad le durará tiempo al jefe del Ejecutivo, ya que prevé que el año se cierre con 520.000 empleos creados y una tasa de paro del 17%.
Por su parte, el portavoz económico del PSOE, Pedro Saura, que no negó los buenos números del trimestre, recomendó a Rajoy y los suyos alejarse de "la euforia", porque el empleo que se crea es a tiempo parcial. Auguró, además, que el PP pasará a la historia como el partido cuyas políticas crearon "trabajadores pobres". Desde Podemos, explicaron que el modelo de crecimiento de los conservadores "se basa en puestos de trabajo precarios y de bajos salarios". Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, también aludieron a la escasa calidad del trabajo generado.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció que su formación abrirá en otoño el debate para una nueva reforma laboral, precisamente para combatir la precariedad y generar un marco "más justo y flexible".
