El BBVA ganó 2.306 millones de euros en la primera mitad del año, un 26% más que en el mismo periodo de 2016, por los menores saneamientos, la buena evolución de los ingresos y la moderación del gasto. En un comunicado remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, señaló que las cuentas "confirman las buenas tendencias del comienzo de año tanto en los resultados financieros como en creación de valor para el accionista".

De esos 2.306 millones, el banco obtuvo 1.080 millones en México, que se mantiene como el principal impulsor de las cuentas del grupo, por encima de España, donde ganó 670 millones con la actividad bancaria, cifra a la que se han de restar los 191 millones que perdió su área inmobiliaria.

La entidad cerró junio con un recorte de casi el 3% en los depósitos de los clientes, que quedaron en 394.626 millones de euros, mientras que el total de los recursos que estos aportan sumó 531.670 millones, casi un 1% menos. El crédito a particulares y pymes bajó el 2%, hasta 424.405 millones, con una tasa de morosidad del 4,8%, mejor que el 5,1% de un año antes y una cobertura para insolvencias del 71%, frente al 74% de junio de 2016.

Los depósitos retrocedieron un 2,6% y quedaron en 398.499 millones, al tiempo que los recursos totales se redujeron un 1,2% y se situaron en 533.789 millones. En cuanto a la solvencia, la ratio de capital de máxima calidad CET 1 fully loaded,, cerró junio en el 11%, por encima del 10,7% del año pasado.