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Calcetines canarios para el espacio

Unos isleños crean las prendas para los pies de los turistas que contemplarán la Tierra desde 40 kilómetros. Sock'm busca capital para asegurar el mercado nipón

En primer término, Marta Bernad. Desde la izquierda y en sentido de las agujas del reloj, Raúl Espada, Daniel Mayor, Néstor Domínguez, Mauricio Sanguino, José Manuel Rivero y Hao Iguchi. J. PÉREZ CURBELO

Una empresa canaria se ha colado en la inminente carrera espacial turística. Su proyecto Space Socks engloba el diseño y la fabricación de los calcetines que lucirán los ocupantes de las naves que los trasladarán a más de 40 kilómetros de altitud para desde allí observar la curvatura de la Tierra. El año pasado ya vendieron en Europa, sobre todo, Asia y América 60.000 pares de calcetines -no espaciales- de su marca Sock'm y acaban de abrir una brecha en la puerta de entrada del mercado japonés.

A cien euros el par de calcetines si se quiere contemplar el planeta desde la parte más alta de la estratosfera. Un precio elevado que, sin embargo, se encoge hasta lo nimio colocado al lado de los 150.000 euros a los que se prevén vender los billetes. "En realidad hoy no es posible fijar un valor exacto", señala Raúl Espada, uno de los fundadores del proyecto. Están en fase de "I+D y por el momento tan solo existen seis prototipos".

Esa es la vanguardia de un proyecto, el del desembarco en el imperio del calcetín, que "nació con poca inversión y mucho esfuerzo creativo", explica Daniel Mayor, otro de los socios. En la conocida agencia de publicidad isleña La Escalera de Fumío, firmante de conocidas campañas para marcas como Tropical o Binter, decidieron en 2015 autoabastecer con el talento propio un proyecto creado desde cero.

Así nació Sock'm. ¿Por qué los calcetines? "El mercado potencial es amplio, lo forman todos los que tienen pies", sostiene Espada. "Es un boom", afirma José Manuel Rivero, socio también de la empresa. Tan es así, que Gucci "ya está diseñando primero los calcetines y en función de ellos crea los zapatos", apunta él mismo y añade otra prueba: "Proliferan las tiendas especializadas en calcetines". "Son la nueva corbata", remata Mayor.

Que se lo digan al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien lidera una cruzada para sacar esta prenda del ostracismo. O al veterano monstruo sagrado del cine Francis Ford Coppola y las coloridas prendas que luce en los pies. "Solo en España ya hay 60 marcas", resalta Espada; otra muestra de que el mundo textil asiste a una revolución similar a la propiciada hace 27 años por Calvin Klein con la ropa interior.

Los Sock'm conquistan nuevas plazas a gran velocidad: Madrid, Barcelona, Valencia, Ámsterdam, Hamburgo, Berlín..., casi cien tiendas en quince países y una demanda creciente a través del comercio electrónico. Eso animó a Daniel Mayor a plantarse en Japón el pasado mayo. Allí no terminan de asentarse los gigantes del sector -Stance y Happy Socks-, mientras que los diseños old school de la empresa canaria gozan del favor del público.

El resultado de la gira nipona es el acuerdo con un distribuidor local que les garantiza la colocación del producto "en Tokio, Osaka y Kumamoto. Ahora mismo tenemos el foco puesto allí", explica Mayor. Saben también en Sock'm que el éxito les exigirá tener siempre atendido un mercado que demandará sus calcetines por millones y tienen que estar preparados. De ahí que se encuentren inmersos en el proceso de abrir el proyecto a otros inversores. "Tenemos una grandísima oportunidad en Japón", asevera Espada.

Además, tienen claro que no todo vale para crecer. "De hecho, vamos en dirección contraria", afirma Daniel Mayor en referencia al contexto mundial de proliferación del bajo coste en todos los sectores de la oferta. A la creación, ellos añaden el algodón egipcio como materia prima para la confección. Es su apuesta para llevar a buen puerto un plan de negocio que les conducirá a contar con 35 empleados en cinco años.

Fabrican el producto en Portugal y su "ilusión es poder hacerlo aquí algún día", sostiene Mayor. Mientras llega ese momento, en La Escalera de Fumío se vuelcan en el despegue definitivo de los Sock'm y avanzan en la investigación con Space Socks. ¿Demasiado pronto para pensar en las estrellas? "Elon Musk", el visionario inventor de Paypal o Tesla Motors, por ejemplo, "ya ha dicho que en 2030 nos metemos en Marte", apunta Espada. Además la empresa española Zero 2 Infinity ya ha anunciado que empezará a llevar turistas al espacio en 2019, en menos de dos años.

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