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La Justicia busca a un empresario minero que vive en Gran Canaria

Rodolfo Cachero intentó reflotar Spanair cuando cesó sus operaciones

La Justicia busca a un empresario minero que vive en Gran Canaria

El empresario minero Rodolfo Cachero, con intereses en Canarias, se encuentra en busca y captura por el Juzgado de lo Penal número tres de Oviedo para que cumpla la condena de 30 meses de prisión impuesta a principios de este año por fraude fiscal. Se desconoce oficialmente el paradero de Cachero y su propio abogado tampoco sabe dónde se encuentra pero desde que se conoció la orden del Juzgado para que sea detenido los rumores sobre su posible estancia en las Islas se han disparado, de tal forma que hay empleados de su empresa que lo sitúan en Gran Canaria y también hay comentarios sobre la vivienda de un familiar en la que reside en el municipio de Telde.

La trayectoria empresarial de Cachero es variopinta y ha estado ligado a sociedades y empresas de los más diversos sectores. Pero la historia reciente del empresario de origen asturiano también está salpicada de problemas con la Justicia, reflotamiento y posterior hundimiento de empresas y polémicas actuaciones sobre las que han corrido ríos de tinta desde hace años.

El episodio más significativo que vivió Rodolfo Cachero en Canarias se produjo en 2012 a raíz de la situación en la que se encontraba la aerolínea Spanair. El empresario era propietario de Avia Services, una de las empresas de limpieza que prestaban sus servicios a Spanair en 15 aeropuertos diferentes. El anuncio del cese de actividad de la empresa aérea provocó la protesta de sus trabajadores y que sus acreedores se vieran sin poder cobrar las deudas que acumulaba la antigua sociedad, con sede en Palma de Mallorca. Uno de esos acreedores era Cachero, que acumulaba una deuda de tres millones de euros.

Ni corto ni perezoso el empresario asturiano se presentó en el Aeropuerto de Gran Canaria para hablar personalmente con los trabajadores de Spanair, que estaban manifestándose, para ofrecerse a reflotar la compañía. Cachero le ofreció una esperanza a la plantilla mediante un plan en el que asumía la deuda acumulada, cambiando la gestión y comenzando desde cero. "Mi propuesta es que, como nadie se quiere hacer cargo de esa deuda de tres millones de euros, pues que me cedan el leasing de cuatro o seis aviones para operar en seis de sus rutas de mayor recorrido y demanda", señalaba por entonces.

El hecho era que la situación de Spanair estaba arrastrando a las empresas de servicios y tanto la sociedad de Cachero como otras se estaban viendo obligadas a reducir plantilla y bajar sueldos como consecuencia de las deudas. Otro de los argumentos del empresario era precisamente el de unir las fuerzas de varias compañías afectadas para crear una única sociedad que asumiera la compañía aérea.

Los planes de Cachero no salieron adelante y Spanair terminó desapareciendo. Queda por saber, cinco años después de aquello, si realmente los planes del empresario asturiano eran viables o no. Lo que quizá no conocían los trabajadores que atendieron a sus explicaciones era la trayectoria con la que contaba a sus espaldas, que no era precisamente halagüeña en cuanto al reflotamiento de empresas, sino más bien al contrario.

Investigaciones

Por ese entonces Rodolfo Cachero pasaba buena parte del tiempo en Gran Canaria, donde atendía sus empresas vinculadas a los servicios aeroportuarios y otro tipo de negocios. Tres años después, Cachero Pereda figuraba entre los investigados por el fraude de cuotas a la Seguridad Social descubierto por la Policía Nacional, y que se saldó con 19 detenidos y otros cinco imputados. Una de las empresas que habría cometido supuestamente el fraude estaba radicada en Oviedo, aunque tenía conexiones con Canarias, región en la que Cachero tenía negocios relacionados con la construcción, la hostelería y la logística. Según la Policía, el fraude cometido por la empresa ovetense alcanzó los 120.000 euros. El monto total de las cuotas impagadas, en el conjunto del país, ascendía a 9,2 millones de euros.

Las andanzas del empresario asturiano antes y después de esta etapa fueron numerosas y el intento de reflotar Spanair se convirtió, a la vista de su trayectoria, en un bluff . Sus problemas legales y con la Justicia ya se iniciaron en 2001 en Marbella donde tenía una casa, al hallarse en busca y captura por no haber ingresado en prisión para cumplir una condena de cuatro años y ocho meses de prisión y 340 millones de pesetas de multa por defraudar 186 millones de pesetas con facturas falsas en Coto Minero Jove. Entonces tenía la Constructora Asturiana, que acumuló deudas por importe de 3.400 millones de pesetas. Unos meses antes, en mayo de 2001, protagonizó una espectacular fuga en Oviedo tras intentar arrollar a dos agentes nacionales que le reconocieron. Rodolfo Cachero fundó también la cadena TeleAsturias.

Ahora que está en busca y captura de nuevo y se desconoce su paradero, muchos le sitúan en Gran Canaria a la espera de que su abogado desarrolle su estrategia legal en Oviedo para evitar su ingreso en prisión. Según los trabajadores de la mina de Cerredo, perteneciente a la Minera Asturleonesa, el empresario no se deja ver por la explotación desde hace al menos 15 días. En este juego del gato y del ratón, en Gran Canaria hay personas y empleados que lo han visto últimamente por aquí, aunque no contesta a las llamadas.

El último capítulo escrito por este empresario de una trayectoria tan dudosa es que el juez mercantil decidió suspenderle de sus facultades de administrador de la minera y traspasárselas a los concursales, aunque sigue manteniendo la titularidad de la empresa.

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