Las compañías aéreas deberían haber abonado 30 millones de euros en el mes de julio por retrasos, cancelaciones y overbooking en unos 800 vuelos que afectaron a más 110.000 pasajeros, según datos de la plataforma de ayuda a los pasajeros, AirHelp. Solo un 1% de los afectados ha tratado de obtener la compensación legal correspondiente, que puede llegar hasta un máximo de 600 euros.