La patronal del sector alojativo de Las Palmas y la presidenta del Patronato de Turismo de Gran Canaria, Inés Jiménez, coincidieron con la secretaria de Estado Matilde Asian en la necesidad de mantener siempre abierta la vía para la mejor convivencia entre vecinos y visitantes. También ambos aludieron a la calidad como la mejor medicina para preservar al Archipiélago de los episodios de turismofobia que se producen en Baleares y la Península.

"Somos un destino de calidad", sostuvo el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, Tom Smulders. Por su parte, Jiménez explicó la importancia de la diversificación de la oferta para atraer visitantes que garanticen que el beneficio de la actividad llega también a otros negocios distinto del hotel. "Los que optan por el todo incluido dejan menos dinero", señaló.

Se expresaron así en la misma línea mantenida por la secretaria de Estado de Turismo en la entrevista publicada ayer en LA PROVINCIA y en la que también señaló el cambio reglamentario que obliga a partir de ahora a las plataformas de alquiler vacacional a identificar ante la Agencia Tributaria a todos sus anunciantes, los ingresos que estos perciben dedicando sus inmuebles al turismo y el índice de ocupación que alcanzan.

Tanto Jiménez como Smulders afirmaron que hasta el momento las viviendas vacacionales no están provocando en Canarias las altas cotas de concentración turística que sí soportan barrios como la Barceloneta (Barcelona). Según relató la consejera de Turismo de Gran Canaria, el perfil de turista que opta por esta modalidad de alojamiento. "En algunos casos no, pero son los menos", explicó.

Esta ausencia de conflictividad no le llevó a conformarse con la situación actual, sino que consideró "absolutamente necesario" que la oferta de viviendas vacacionales se regule. Además, señaló que los requisitos para poner las viviendas vacacionales en el escaparate de forma legal "son hoy muy sencillos". Sin embargo "poca gente se ha animado" a cumplimentar el trámite.

En otras palabras, una gran mayoría se mantiene en situación irregular. Smulders se mostró en sintonía con las exigencias fiscales para los propietarios de las viviendas turísticas introducidas desde la legislación estatal. Manifestó además su deseo de que esta estrategia lleve también "a empoderar a las comunidades de propietarios", de tal manera que tengan voz a la hora de permitir o no la actividad alojativa en los edificios.

A su juicio, dicha fórmula evitará que se "rompa la buena convivencia". En cualquier caso, el vicepresidente de la FEHT recalcó que "al final la calidad es lo único que va a sobrevivir". Solo la oferta que cumpla unos estándares suficientes quedará en el mercado. Con respecto a la posibilidad de que en el Archipiélago se produzca una irrupción del llamado turismo de borrachera, Smulders resaltó que los conatos que pudieron darse en el pasado fueron sofocados. "Estamos más lejos que otros destinos y los servicios que se prestan, también en el sector extrahotelero, impiden los precios tan bajos que demanda ese tipo de cliente", aseveró.