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'Flight to La Gomera'

Fomento destierra el español en los vuelos de los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife Sur

'Flight to La Gomera'

Un piloto grancanario está a punto de despegar del aeropuerto de Gando en un vuelo con destino La Gomera. En la torre de control lo escucha un controlador aéreo tinerfeño. El piloto informa al controlador de que ya está todo listo en la aeronave y de que queda a la espera de la orden de despegue: "Vuelo 305 con destino La Gomera", listo para el despegue, avisa el piloto. Una conversación entre dos profesionales que tienen el castellano como lengua materna y que así lo emplean, como parecería lógico, en su labor profesional. Sin embargo, y a partir del 12 de octubre -el Día de la Hispanidad-, el mismo piloto nacido en Teror, por ejemplo, y el mismo controlador nacido en Puerto de la Cruz, también por ejemplo, estarán obligados por la normativa a comunicarse entre ellos única y exclusivamente en inglés. " Flight 305 to La Gomera, ready for takeoff", tendrá que decir el piloto canario por más que su interlocutor único sea otro canario.

Así lo denunciaron ayer el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que presionan a la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, para que introduzca una excepción en la norma que entrará en vigor el próximo mes y que desterrará el español de las operaciones que se lleven a cabo en los siete principales aeropuertos del país, entre ellos los de Gran Canaria y Tenerife Sur.

La polémica tiene su origen en la adopción de un nuevo reglamento europeo que establece el uso obligatorio del inglés en las comunicaciones entre la aeronave y la torre de control en operaciones de aterrizaje o de despe-gue o cuando el avión esté a menos de ocho kilómetros de dis-tancia del aeródromo. Aunque cabe la posibilidad de que los estados miembros introduzcan excepciones, España no lo ha hecho, lo que implica que en 29 días se den situaciones tan paradójicas como la de que un controlador y un piloto o copiloto españoles tengan que comunicarse en un idioma extranjero.

En el Sepla y la USCA consideran que lejos de contribuir a la seguridad aérea, la transposición de la normativa comunitaria podría dificultar la comunicación en determinadas situaciones y, por tanto, menoscabar la seguridad.

El portavoz del sindicato de pilotos, el canario Agustín Guzmán, explicó ayer que pilotos y controladores ya se comunican en inglés cuando en la operación interviene un tercer aparato de otro país, por ejemplo, o cuando así lo requiere la situación. "Lo que no tiene sentido", puntualizó, es que sea así aun cuando ambos sean españoles y no haya ninguna tripulación de otra nacionalidad involucrada en la comunicación.

De hecho, la propia Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) consensuó un documento con los representantes de pilotos y controladores -tras dos años de negociaciones- y elevó una propuesta para una modificación normativa que permitiera seguir utilizando el castellano cuando, efectivamente, intervengan profesionales españoles. "Pero no se le ha hecho caso", lamento Guzmán, que recordó que el ministerio de Fomento ha tomado la decisión sin tener en cuenta la opinión de los profesionales afectados por la medida. Es más, se da la circunstancia de que dos organismos dependientes del mismo Ministerio, como la Agencia de Seguridad Aérea (AESA) y Aviación Civil, han seguido caminos opuestos, tal como ahondó el portavoz de la USCA, Luis Vicente.

Tan es así, que la AESA promovió una serie de grupos de trabajo para estudiar el impacto de la medida y concluyeron que, como parece lógico, que también desde una perspectiva de seguridad aérea es preferible que los profesionales se comuniquen en su lengua materna. Una conclusión que, sin embargo, no ha tenido en cuenta la otra entidad dependiente de Fomento y, de algún modo, hermana de la AESA, es decir, Aviación Civil.

De no aprobarse finalmente una excepción en la norma que sí adoptarán Francia y Portugal, las alrededor de 500 operaciones que se llevan a cabo cada día entre los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife Sur -entre enero y julio han sido 66.101 en Gando y 40.720 en el aeródromo tinerfeño- quedarán sometidas a la dictadura del inglés en las comunicaciones entre pilotos y operadores.

"No aumentará la seguridad y en algunos casos incluso puede afectarla gravemente", subrayó ayer el portavoz del Sepla, que insistió en que "el principio de que una norma vale igual para todos los casos no es válido en aviación". Y no solo eso, muchos controladores en tierra, los de los equipos de seguridad en pista, ni siquiera hablan inglés, y también se comunican por radiofrecuencia con la torre de control y las cabinas.

Tras la denuncia pública del Sepla y la USCA, Fomento anunció ayer una inminente reunión con representantes de los pilotos para abordar la situación y aseguró que se tendrá en cuenta la posición de los profesionales.

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