El Banco Popular registró unas pérdidas de 12.218 millones de euros en el primer semestre, lo que supone los mayores números rojos de la historia de la entidad. El Banco Santander, propietario del banco desde el pasado 7 de junio, ya calculaba un impacto negativo de 12.000 millones de euros en el Popular a raíz de su resolución. Además, la entidad absorbida sufrió una fuga de depósitos entre enero y junio de 18.552 millones, de acuerdo con los datos recogidos en los Estados financieros publicados ayer por la Asociación Española de Banca (AEB).

Concretamente, a cierre del pasado ejercicio la entidad contaba con 71.473 millones de euros en depósitos a clientes, mientras que al término junio eran 52.921 millones. La salida de depósitos fue especialmente significativa entre abril y junio. Es decir, desde el mes en el que su entonces presidente, Emilio Saracho, anunció que el banco estaba abocado a una ampliación de capital o una venta. En ese periodo, la salida depósitos ascendió a 14.251 millones.

Así las cosas, el Santander comunicó ayer que los antiguos accionistas de Popular podrán aceptar los bonos de fidelización diseñados para compensarles por la amortización de sus títulos tras la resolución de la entidad hasta el 7 de diciembre. La fecha de entrega de los bonos será "no más tarde" del 15 de diciembre y la admisión a negociación de los mismos tendrá lugar a partir del 15 de enero de 2018. Para acceder a la oferta es necesario renunciar "irrevocable e incondicionalmente" a emprender acciones legales y reclamaciones contra Santander. Si ya se han iniciado, deberán terminarse.