Además de los criterios territorial, espacial o temporal con que han intentando regular la oferta vacacional los destinos de todo el mundo, como mayor o menor acierto, siguen surgiendo nuevas propuestas. Así, algunos especialistas sostienen que la administración terminará solicitando a aquellos que sacan rendimiento del alquiler vacacional de forma habitual se tengan que registrar como autónomos para rendir cuentas sobre sus ingresos. El nivel de dedicación es lo que distinguiría al profesional del particular. Mientras, el Gobierno estatal (que delegó las competencias a las comunidades en 2013) ha puesto en marcha la maquinaria fiscal, incrementando las inspecciones (que han comenzado ya en Canarias) para desincentivar que se destinen a alquiler vacacional viviendas no legalizadas.