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Turismo La polémica de las viviendas vacacionales

Hacienda escarba en las inmobiliarias en busca de pisos turísticos ilegales

La Agencia Tributaria pone la lupa en los datos que manejan las 3.000 empresas del sector en las Islas

Hacienda escarba en las inmobiliarias en busca de pisos turísticos ilegales

La Agencia Tributaria ha redoblado esfuerzos para combatir el fraude fiscal en el alquiler de pisos turísticos o viviendas vacacionales. Una batalla en la que va perfeccionando su estrategia de lucha contra quienes no declaran los ingresos que les reporta el arrendamiento de un inmueble a turistas o visitantes. En esta línea, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública está llevando a cabo auditorías de empresas inmobiliarias para obtener información que le permita destapar casos de elusión fiscal, y Canarias, donde el alquiler vacacional tiene un filón en el inagotable auge del sector turístico, figura entre las comunidades autónomas en las que se centra buena parte de las investigaciones de los funcionarios de la Agencia Tributaria.

Fuentes del organismo público han confirmado que se han incluido en el programa de actuaciones para hacer aflorar arrendamientos irregulares las auditorías o requerimientos de información a las inmobiliarias. Una macroinvestigación que pone bajo el foco a las casi 3.000 empresas del sector en el Archipiélago y que los técnicos del Ministerio de Hacienda, que dirige Cristóbal Montoro, están ejecutando presencialmente. Así pues, es personal informático especializado -técnicos de las unidades de auditoría informática de la Agencia Tributaria- el que se está desplazando a las empresas para recabar información de inmuebles y de sus titulares, de los inquilinos, de los medios de pago, etcétera. El organismo se hace así con datos que luego cruza con la información fiscal de la que dispone para detectar los casos de elusión o de evasión del pago de impuestos.

En el caso de las Islas, las empresas potencialmente afectadas por la estrategia de Hacienda, es decir, que pueden ver cómo cualquiera de estos días llaman a su puerta los funcionarios de la Agencia Tributaria, son, exactamente, 2.885. Este es el número de entidades específicamente dedicadas a las actividades inmobiliarias por cuenta de terceros, un grupo en el que se incluyen los agentes de la propiedad y los negocios de gestión de la propiedad.

Hay que puntualizar, eso sí, que estas fuentes del organismo público aclararon que los "esfuerzos" que viene haciendo el ministerio de Montoro por minimizar el impacto del fraude de los alquileres en los ingresos públicos no se circunscriben únicamente al alquiler vacacional. De hecho, otra forma de fraude frecuente en el Archipiélago está en el arrendamiento de casas que los inquilinos destinan para su vivienda habitual, al menos en principio. Para detectar este tipo de fraude, los técnicos de la Agencia Tributaria recurren, por ejemplo, a la información del consumo energético, como la del contador de la luz, uno de los chivatos más utilizados para saber si un inmueble se está destinando, efectivamente, para vivienda habitual. En definitiva, Hacienda persigue, por un lado, las rentas no declaradas por el alquiler de casas vacacionales y, por otro, también la devolución de las deducciones por inversión en vivienda habitual en aquellos casos en los que el inmueble no ha sido residencia habitual.

Los técnicos han destapado casos en los que se daba esta doble ilegalidad, la de una casa por la que el propietario se beneficiaba de la deducción por vivienda habitual y que, en realidad, destinaba para el alquiler turístico.

En consecuencia, el defraudador obtiene así un beneficio ilícito en dos sentidos: por las rentas del arrendamiento no declaradas y por el disfrute de deducciones fiscales a las que, en realidad, no tiene derecho. Hay que recordar que, de hecho, solamente uno de cada diez inmuebles para alquiler vacacional en Canarias está inscrito en el Registro General Turístico de la Comunidad Autónoma, de modo que solo uno de cada diez está legalizado, tal como avanzó el pasado julio la ya exconsejera de Turismo, Cultura y Deportes María Teresa Lorenzo.

Una situación que, además, se ha generalizado en las zonas turísticas del país, de ahí que la Agencia Tributaria continúe, al margen de las auditorias a las inmobiliarias, con el análisis de la información de los sitios web dedicados al alquiler turístico -como Airbnb o Home Away- y con las visitas de sus inspectores a las viviendas. Hacienda elabora su plan de visitas a partir de los datos obtenidos del rastreo de las web de alquiler vacacional, de las denuncias que hacen los contribuyentes conscientes del fraude que están cometiendo sus vecinos y de la información que le suministran otras instituciones públicas. Los técnicos del Ministerio se despliegan por las zonas turísticas mayoritariamente entre junio y septiembre con especial atención a las casas unifamiliares de alta gama.

Más allá de la recaudación

  • Fuentes de la Agencia Tributaria explican que el objetivo que se persigue con las visitas a las inmobiliarias o a las mismas viviendas vacacionales no es solo el de recuperar la recaudación fiscal defraudada, sino también, algo a lo que Hacienda concede si cabe la misma importancia, el de trasladar el mensaje de que los técnicos de la Agencia trabajan para destapar tantos casos como sea posible. El hecho de que los vecinos de un determinado núcleo poblacional se percaten de la presencia de inspectores de Hacienda, ahondan las fuentes consultadas, da lugar a una percepción o "efecto de control" que hace desistir a muchos titulares de inmuebles de la zona de la mera posibilidad de no regularizar la situación de sus arrendamientos.Desde el organismo público ponen énfasis en la evolución que ha tenido el trabajo de la Agencia Tributaria para destapar estos casos de arrendamientos irregulares desde que, años atrás, el departamento ni siquiera contara con herramientas informáticas para ello. En la actualidad, las unidades informáticas que se encargan del tratamiento de la información fiscal de los inmuebles y sus titulares se hace por medio de software de desarrollo propio, según exponen estas fuentes.

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