Baleares ha limitado, en su reciente reforma de la ley turística, el número de plazas turísticas legales en la modalidad de alquiler vacacional. Galicia, por su parte, optó por una regulación que limitaba temporalmente el alojamiento vacacional (a un máximo de tres meses al año), además de la prohibición de alquilar habitaciones si el propietario no vivía en la vivienda. En el ámbito europeo, Amsterdam es una de las primeras ciudades europeas que ha regulado con éxito este tipo de alojamientos por esta vía de aplicar límites de estancia. Así, la capital de Holanda ha fijado un tope de cuatro noches, y además ha establecido un impuesto específico sobre los ingresos obtenidos a través de las ofertas de alquiler vacacional.