El Consejo de Ministros aprobó ayer la nueva regulación del bono social eléctrico, que fija los umbrales de renta para percibir descuentos en la factura de la luz y que impedirá que a los consumidores atendidos por servicios sociales se les corte el suministro. Los descuentos se aplicarán en función de la renta y no por los parámetros que se habían venido usando-contratada poca potencia, percibir una pensión mínima o estar todos los miembros de la unidad familiar e paro-. Con esos criterios más de 113.200 canarios tenían rebajas en la luz. Ahora se establecen tres categorías: en el caso de una persona sola, la renta que permite disfrutar de un descuento del 25% se sitúa en un poco menos de 11.300 euros al año, 19.000 euros para familias con menores; los consumidores "vulnerables severos" el descuento es del 40%y del 50% para los atendidos por los servicios sociales.