El negocio de la filial de mantenimiento de Binter, Binter Technic, no para de crecer. Solo en 2016 facturó 14 millones de euros en servicios de revisión, de los que el 60% responden a reparaciones realizadas a terceros. En total , el volumen de negocios -que incluye los beneficios por los trabajos de control de la aeronavegabilidad o arreglos de motores, entre otros- alcanzó los 35 millones de euros y ya presta cobertura a 17 compañías aéreas extranjeras procedentes del resto de Europa, de África y de Sudamérica. En lo que va de año, además, el nivel de ingresos anota " un ligero aumento".

La empresa nació en 2009, pero desde 1989, año de aparición de la aerolínea canaria, presta servicios de mantenimiento aeronáutico. La responsable comercial de la filial, Silvia Crespo, afirmó que la compañía, que se abrió a atender las demandas de terceros en 2011, "es un referente" a nivel mundial en la reparación de ATR. "Tenemos buena relación con el fabricante y estamos especializaos en este modelo de avión", expuso. La división de mantenimiento de Binter está integrada por cinco empresas. Binter Technic está especializada en el mantenimiento base de los aviones -cuando la aeronave requiere una reparación de entre tres semanas o un mes- mientras que el resto se dedica al arreglo de componentes. Así, por ejemplo, ADM Tech se vuelca en el diseño y fabricación de piezas del interior del avión y Atavi en la compraventa de componentes.

Esta línea de negocio supone un pilar más de la apuesta de internacionalización de Binter, que ofrece once rutas con el extranjero y desde el 12 de noviembre del año pasado cubre los vuelos domésticos de Cabo Verde, en los que ya alcanza un 50% de ocupación.

La posición geográfica de Canarias, en el cruce de caminos entre Europa, África y América, contribuye a que el Archipiélago tenga un papel destacado como taller aeronáutico. La insularidad ha empujado, además, al crecimiento de Binter Technic. "Ha propiciado que desarrollemos nuestras capacidades porque no tenemos tantas facilidades en cuanto al transporte por tierra. Hemos mantenido un buen nivel de stock para poder proveer a los aviones", señaló antes del primer vuelo del séptimo ATR 72 - 600 que se incorporó a la flota de la aerolínea isleña y que estaba programado a las 15.20 horas de ayer para cubrir la ruta entre Gran Canaria y El Hierro.

Antes de final de año se sumarán otros dos aviones de este modelo. La compra de estos aparatos se encuadra dentro del proceso de renovación que puso en marcha la compañía en 2015. Este plan tiene previsto la incorporación de 18 nuevos aviones de turbohélices, con lo que aún resta por incorporarse a la flota de Binter otros once. Éstos llegarán a Canarias de forma paulatina hasta 2021. Pero además de los ATR 72 - 600, la aerolínea cuenta con dos nuevos aparatos de reacción Bombardier CRJ-1000, a los que se sumará otro a lo largo de este mes. La compañía aérea destina estas tres unidades a las rutas internacionales, aunque también realizan algunos enlaces interinsulares.

Binter ha destinado más de 700 millones de euros para la renovación de la flota desde que la sociedad aérea fue comprada por empresarios canarios. Solo en la adquisición de los 18 ATR 72-600, la aerolínea isleña ha invertido la mitad de ese capital.

El responsable de mantenimiento de Binter Technic, Adrián Guerra, destacó que la edad media de la flota de la compañía está por debajo de los seis años. El tiempo medio de vida de los ATR 72 - 600, que consiguen un ahorro del 15% del combustible por pesar 400 kilos menos que la versión precedente, encuentra su límite en los 72.000 vuelos.

Los compartimentos son un 30% más grandes que en el modelo anterior y la iluminación de tecnología LED. Al ser más ligero y menos ruidoso, este avión es más ecológico que su antecesor. También es un aparato "más inteligente", ya que alivia de cargas a los pilotos al calcular automáticamente la necesidad de potencia para el despegue o al indicar, en caso de que haya problemas técnicos durante el vuelo, uno a uno los pasos a seguir para resolver la incidencia.