El Gobierno de Canarias mantiene en su estrategia energética la presencia del gas como combustible sustitutivo del petróleo en los próximos años a pesar de los reparos puestos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la construcción de la planta regasificadora de la localidad tinerfeña de Granadilla. El consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Ejecutivo canario, Pedro Ortega, sostuvo ayer que el supervisor solo relata cuestiones "perfectamente subsanables" y recordó que el gas natural licuado es mucho menos contaminante que el petróleo.

El plan del Ejecutivo es alcanzar el 45% de energías limpias dentro de ocho años. "Es decir, consideramos que un 55% de la demanda energética aún tendrá que abastecerse con fuentes no renovables", explicó el consejero. El hueco previsto para el gas es del 22% del total y se contempla su entrada porque supone una "diversificación de fuentes" y, en comparación con el petróleo, recorta la emisión de dióxido de carbono y partículas de compuestos con presencia del azufre.

Viabilidad económica

En su informe, preceptivo aunque no vinculante, la CNMC pone en duda incluso la viabilidad económica de la planta de gas de Granadilla al no tener garantizada de manera documental la existencia de clientes que demandarán el gas. Pedro Ortega explicó ayer que la central de ciclo combinado construida en las proximidades del puerto del sur de Tenerife tiene comprometido el consumo del producto gestado en la regasificadora. "Bastará con aportar los compromisos pertinentes", relató el consejero.

Es más, el Gobierno maneja estudios de la Universidad de La Laguna (ULL) que afirman que, en el caso de haber entrado en funcionamiento en el año 2006, haría más de un lustro que la inversión de la planta habría quedado plenamente amortizada.

El Ejecutivo canario ya sabe que Enagás va a solventar esa y el resto de cuestiones en las que el supervisor sustenta su negativa a dar luz verde a la infraestructura. Por ejemplo, también la ausencia en el proyecto de los planos de detalle correspondientes a servicios que sí se incluyen en la redacción de la memoria, tales como el abastecimiento de buques con gas o el bunkering, entre otros.

Además, el consejero consideró lógico que la CNMC pida una revisión del plan energético que avaló la construcción de la regasificadora teniendo en cuenta que el anterior expiró en 2016.