Los empresarios canarios se muestran de acuerdo con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, quien el lunes apuntó la pertinencia de incrementar los salarios. Ahora bien, no ahorran en matices, tales como la necesidad de no desviar la atención de la creación de empleo, que consideran que debe ser aún el objetivo principal, y, por encima de todo, nunca poniendo en riesgo la recuperación laminando el nivel de competitividad alcanzado en los últimos años.
Todos de acuerdo en la máxima que recomienda compartir los beneficios para frenar el crecimiento de la desafección en la plantilla. De hecho, la totalidad de los entrevistados aseguran que quien ha podido apostar por revisar la política de sueldos al alza en los últimos tiempos lo ha hecho. No obstante, tal y como apunta el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, "subir los salarios a destiempo, genera desempleo".
Su homólogo en CEOE Tenerife, José Carlos Francisco, advierte además del peligro de embarcarse en este debate obviando que aún están en paro más de 200.000 canarios. A su juicio, la discrepancia con Clavijo está en "los tiempos" elegidos, del mismo modo que ocurre con la reforma fiscal que los empresarios demandan. "Nosotros queríamos este año y él piensa que mejor el próximo", explica.
Más renta disponible
Será por tanto cuando se logre "incorporar a otros 100.000" isleños a la situación de ocupados, cuando, según Francisco, resulte más adecuado abrir un debate amplio sobre subidas. Eso sin olvidar, relatan tanto los presidentes de las dos patronales provinciales como el resto de mandatarios empresariales, que ya se están afrontando con incrementos anuales moderados que se sitúan en el entorno del 2%.
En el actual escenario de inflación contenida, cualquier subida sirve para recuperar poder adquisitivo. En el caso del sector turístico de la provincia de Las Palmas y según apunta el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), José María Mañaricua, durante la crisis no ha decaído la renta disponible de los trabajadores del sector. "Desde 2009, los salarios han crecido un 18,5% y la inflación un 10%", detalla.
El turismo centra muchas de las miradas cuando se trata de hablar de salarios y Mañaricua discrepa de manera abierta. Por un lado, aclara que la subida del 17% durante los próximos cuatro años pactada en Baleares solo les permite "acercarse a lo que se paga aquí". El presidente de la FEHT señala que los convenios del sector en el otro archipiélago español tradicionalmente han contenido obligaciones salariales más cómodas para los empresarios. Por otro lado, se sacude directamente la acusación de pagar poco. "En esta provincia una camarera de piso gana 1.300 euros netos", enfatiza y recomienda al presidente que se encargue de incluir cláusulas en los concursos públicos que impidan a las empresas adjudicatarias pagar "800 euros a una limpiadora".
Desde la patronal turística de la otra provincia -Ashotel-, su presidente, Jorge Marichal, ve "normal" que se intente que la recuperación económica "repercuta en los bolsillos de los consumidores". Sin embargo, como los anteriores, también él pone el límite en el daño que los incrementos de la masa salarial puedan infligir a la competitividad. "No competimos con el hotel de al lado, sino con todo el mundo", advierte, por lo que una subida de salarios que provoque un alza de los precios podría decidir a los visitantes a cambiar de destino.
En el caso del turismo, con el añadido, además, de que en la misma línea de salida el Archipiélago tiene perdida la batalla de los precios. No puede echar un pulso en ese ámbito a destinos como Túnez, Egipto o Turquía, en los que precisamente el factor salarial, entre otros, les permite vender mucho más barato. Canarias gana terreno cuando se entran a valorar intangibles muy apreciados por los turistas tales como la seguridad o la oferta alternativa al sol y playa en el ámbito cultural, gastronómico o de ocio en general.
Desde el Círculo de Empresarios de Gran Canaria, su presidente, Mario Romero Mur, incide en la necesidad de ligar el salario a la productividad. "De otra manera no tiene sentido", señala. A su juicio, acordar incrementos que no encuentran explicación en el crecimiento de otro de los factores que integran el proceso productivo supone tomar un camino "seguro al fracaso". Al respecto, destaca que la mayoría de las empresas cuentan con su propia política de incentivos, además de sumarse a quienes recalcan que ya la negociación de los convenios sectoriales incluye revisiones salariales al alza.
El mismo lunes y en la misma entrevista concedida a la Cadena Ser, Fernando Clavijo aludió también a la necesidad de que los empresarios fijen la vista en la población local a la hora de contratar. El jefe del Ejecutivo aludió a la cantidad de extranjeros que trabajan en las Islas, que son 150.000, el 17,5% del total, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).
Al respecto, los empresarios afirman que son los primeros interesados en fichar mano de obra arraigada en Canarias. "Si pueden ir caminando de su casa al trabajo, mejor", sostiene Mañaricua. Sin embargo, todos coinciden en señalar las carencias formativas como un hándicap que les impide hallar en las Islas los perfiles que demandan, sobre todo en lo que se refiere a los idiomas.
Manrique de Lara apunta a la operación puesta en marcha precisamente por el Ejecutivo de Clavijo para lograr una educación bilingüe. "Veremos los resultados en 18 o 20 años", lamenta. A esta carencia se une la de "actitud", que asegura encontrar en ocasiones Marichal. José Carlos Francisco asegura que hay trabajos que por dureza y baja remuneración no están dispuestos a desempeñar los canarios.
