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Los autónomos piden una nueva ley de segunda oportunidad para 30.000 isleños

Los trabajadores por cuenta propia que fracasaron durante la crisis exigen que se les permita el pago fraccionado de la deuda y se les condonen los intereses

Juan Carlos Arricivita (izquierda), Jorge Vilanova, Carlos Franchy, José Ramón Dámaso y Francisco Capellán, ayer. Y. SOCORRO

Los autónomos canarios que fracasaron durante los años más duros de la crisis reclaman una segunda oportunidad. La recesión económica golpeó con furia al mercado laboral del Archipiélago y mermó su capa de trabajadores por cuenta propia. En torno a 30.000 emprendedores perdieron todo por arriesgarse a llevar las riendas de sus propios negocios y ahora luchan por levantar cabeza.

A mediados de 2015, el Estado aprobó una ley de segunda oportunidad o de quiebra de personas, una norma que el colectivo de autónomos tacha de ineficaz porque, en la práctica, no les abre la puerta a poner de nuevo en marcha sus proyectos. Canarias cuenta ahora con 119.279 empleados por cuenta propia, según los datos de afiliados de septiembre del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), y llegó a contar con unos 90.000 en los peores años de la crisis. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Canarias, Juan Carlos Arricivita, demandó ayer al Gobierno central la articulación de una ley para que los empleados que salieron del circuito puedan regresar a él al beneficiarse de una quita de la deuda, la condonación de los intereses y la mora. Arricivita recalcó, a su vez, la necesidad de realizar un fraccionamiento de los pagos y que se obligue al autónomo a generar empleo.

El presidente regional de ATA aprovechó su intervención en la jornada organizada por Asepeyo para analizar la recién aprobada ley de reforma urgente del trabajo autónomo en el Club LA PROVINCIA para denunciar que los autónomos que se endeudaron durante la recesión económica solo encuentran cortapisas en el camino para volver a activarse. "Una persona endeudada, con sus bienes embargados y con deudas con la Seguridad Social que se van incrementando a medida que no va pagando, no puede acceder a la financiación porque los bancos no le prestan", esgrimió.

Mientras que a los trabajado-res por cuenta ajena solo le embargan un porcentaje de sus ingresos, a los autónomos endeu-dados se les retiene el 100% de lo que ingresan, según explicó Arricivita. Una situación, incidió, que impide a esos trabajadores por cuenta propia establecer una nueva actividad.

Las críticas a la ley de segundas oportunidades aprobada hace dos años se han sucedido desde el mismo momento de su entrada en vigor. Las asociaciones de trabajadores autónomos no se han cansado de denunciar la intransigencia de una norma que evita que las ideas de negocio con proyección que cayeron durante la recesión por la falta de liquidez y la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones ante el fisco y la Seguridad Social vuelvan a salir a flote y generar empleo. "Hay que dar una oportunidad al emprendedor de que falle", recalcó el presidente de ATA en Canarias, que propuso elaborar una norma al estilo anglosajón "más aperturista".

La exclusión de los autónomos societarios de las medidas estrella de la nueva ley que regula la actividad fue uno de los aspectos que más centraron el debate, en el que también estuvieron presentes el subdirector general y director autonómico de Asepeyo, Jorge Vilanova y Carlos Franchy, respectivamente; el director provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, Francisco Capellán; y el presidente del Colegio de Graduados Sociales de Gran Canaria y Fuerteventura, José Ramón Dámaso.

En el Archipiélago, 32.034 personas no podrán cobrar el 100% de su pensión y compatibilizarlo con una extensión de su activi-dad. Tampoco los que constituyan un negocio en forma de sociedad mercantil podrán beneficiarse de la ampliación de la tarifa plana de 50 euros de seis meses a un año. Arricivita y Dámaso coincidieron en la pertinencia de que la norma se siga desarrollando para que favorezca a la mayor parte de los autónomos posible. Dámaso lamentó, a su vez, que el Estado no contara más con el colectivo de los graduados sociales para que la norma que finalmente se forjó contase con una mayor participación.

Un accidente ´in itinere´ a medias

  • Si bien la ley de reforma urgente del trabajo autónomo ha sido recibida con los brazos abiertos por el colectivo de los trabajadores por cuenta propia, la norma contiene aspectos que siguen sin satisfacer todas sus demandas. Una de ellas es la ampliación del concepto de accidente de trabajo al incluir el in itinere, que, aunque sea bien recibida, no contenta a todos. La cobertura de contingencias profesionales cubrirá, a partir de ahora, los accidentes laborales sufridos durante el desplazamiento hacia o desde el lugar de trabajo, que será aquel en el que el autónomo lleve a cabo normalmente su actividad y no coincida con su domicilio y se corresponda con el local declarado afecto a su actividad a efectos fiscales, según explicó ayer el subdirector general de Asepeyo, Jorge Vilanova. Esta medida sigue dejando fuera a una buena parte de los trabajadores por cuenta propia, pues aquellos que ejerzan su actividad desde su casa y no tengan un local siguen sin contar con esta cobertura.

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