La tendencia a la baja del desempleo tiene reflejo en el segmento de población que conforman los ninis, los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Así lo revela el estudio monográfico sobre el mercado laboral elaborado por Asempleo, que en su última entrega, presentada ayer, desvela que el porcentaje de ninis sobre el total de la población de entre 16 y 24 años se ha reducido seis puntos en Canarias durante los últimos dos años y se sitúa ahora en el 14,1%. Sin embargo, esta mejoría no impide que la tasa de las Islas se mantenga por encima del 13% que se anota la media estatal.
El descenso en el Archipiélago llega hasta el 29,8%, lo que pone de manifiesto un ritmo de mejoría muy superior al del conjunto de España (14,5%). Cruzando estos datos con la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de este año, periodo de referencia tomado por Asempleo para esta última entrega, las Islas tienen hoy 11.824 ninis menos que en julio de 2015, lo que deja la cuantía total en 28.115.
"Las comunidades autónomas en las que más ha disminuido el número de ninis son las que más volumen tienen en términos relativos", destaca el informe. En otras palabras, cubren un mayor trecho hacia el final del problema las regiones que tienen ante sí la senda más larga; obvio.
Con matices
Ahora bien, el descenso del número de jóvenes que han tirado la toalla y, aun sin trabajo, abandonan su formación encierra matices importantes y escasamente positivos. El informe de Asempleo subraya que la mejoría del 14,5% en el ámbito nacional se explica por "la intensa disminución del número de jóvenes que se consideran parados, pero que no estudian ni cursan estudios (reglados o no)".
En consecuencia, "el número de inactivos", ni trabajan ni tienen intención de hacerlo, que no están estudiando y que tienen también esta misma edad [entre 16 y 24 años] se ha incrementado" en los dos últimos años, "cerca de un 24%". Es decir, se estaría produciendo un enmascaramiento del fenómeno nini en paralelo a la mejoría global del mercado de trabajo.
Esta tendencia tiene una explicación lógica. En el momento en que más empleo se destruía, fueron muchas las familias en las que ninguno de sus miembros tenía empleo. Al terminar septiembre, 72.700 hogares canarios aún soportaban una carencia de ese tamaño. Ese panorama empujó a todos los miembros del núcleo familiar a declararse en situación de activos y buscar unos ingresos que se tornaron urgentes. Ahora, en la medida en que algunos de ellos logran esa oportunidad laboral, la intensidad de la exploración de la oferta laboral decae.
Además, entra también en juego la calidad del empleo que se oferta. Asempleo destaca que en solo un año -de junio de 2016 al mismo mes de 2017- se han prácticamente duplicado las posibilidad de que alguien encuentre su primer empleo. El pasado año lo conseguía el 6,7% de quienes lo intentaban, mientras que en el presente ejercicio la tasa de éxito ha crecido hasta el 11,7%. Hasta ahí alcanzan las buenas noticias, porque el mismo informe señala que lograr que ese trabajo se sustente en un contrato indefinido cuenta con solo un 0,4% de posibilidades. Estas se multiplican por 27 en el caso de que la relación entre empresa y trabajador tenga carácter temporal.
¿Desincentivan esas circunstancias a la hora de buscar trabajo? "Claro", confirma el catedrático de Psicología Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Antonio Younis. Añade, además, el escaso nivel de formación que lastra a una parte considerable de la juventud canaria.
Los que superan esa barrera son, en buena parte, engullidos por el sector servicios, con lo que el valor añadido que pueden ofertar queda desleído; cuando no, emigran a otros lugares "aunque en menor medida que los del resto de España", apunta Younis sobre la inferior predisposición a la movilidad laboral de la juventud isleña.
El catedrático recuerda que aún existe un alto nivel de desempleo y en dicho contexto, "no puede considerarse elevada la existencia de ninis". Además, estima que la desagregación del paro en su momento más crítico por grado de formación, cualificación o edad, por ejemplo, habría arrojado un resultado demoledor para cualquiera de dichos grupos. Es decir, el número de jóvenes sin formarse ni trabajar que había en años pasados era muy elevado y va disminuyendo en la medida en que mejora el panorama laboral para todos.
Por otro lado, el trabajo elaborado por Asempleo contiene una curiosidad que se centra en el extraño comportamiento de Baleares. El otro archipiélago español es la primera comunidad autónoma que ha logrado llevar su tasa de desempleo general por debajo del 10%. Sin embargo, es de las pocas regiones en las que la proporción de ninis se ha incrementado desde 2015. Hace dos años eran el 12% los jóvenes baleares que se encontraban en esa situación y hoy la tasa llega hasta el 17,5%.
