El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (NC), se ha dirigido por carta a su homólogo en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, para instarle a reconsiderar el préstamo de 125 millones de euros concedido a Redexis el mes pasado y, en principio, destinado a la introducción del aire propanado canalizado en diez municipios grancanarios y tinerfeños. Morales entiende que la iniciativa de la entidad financiera europea contraviene los principios de la institución.

El jefe del Ejecutivo insular relata en la misiva, remitida también a los presidente de la Comisión y el Parlamento europeos, Jean-Claude Juncker y Antonio Tajani, respectivamente, "la profunda preocupación" que le provoca el apoyo ofrecido por el BEI "a la actividad expansiva de combustibles fósiles". La decisión se aparta, a juicio de Morales, de la apuesta por "medidas para mitigar el cambio climático" que incluye la institución europea entre sus normas de obligado cumplimiento.

En opinión, reiterada en numerosas ocasiones, del presidente insular, la entrada de cualquier nuevo combustible fósil en las Islas retrasa la implantación de fuentes de generación renovables. El Gobierno de Canarias, en cambio, señala que pasarán aún muchos años hasta que sea posible atender la totalidad de la demanda con energías limpias, por lo que se hace necesario dar entrada al aire propanado y el gas, más económicos y menos contaminantes que el fuel que hoy se quema en las centrales de generación de las Islas.

Redexis detalló, y Morales recoge en su carta, que el aire propanado ofrece reducciones del 30% en la emisión de dióxido de carbono; del 20%, en gases de efecto invernadero; del 85%, de partículas; del 50%, de óxidos de nitrógeno, y del 90%, de óxidos de azufre. El presidente incide en las emisiones que continuarían existiendo para cimentar en parte su rechazo.

Añade Morales en su argumentación "el progresivo cierre de plantas y redes de distribución de gas" abordado por "diversos países de la Unión Europea (UE) y grandes ciudades del continente". Además, destaca la prioridad que la UE da "al uso de energías limpias" en las regiones ultraperiféricas para "reducir su dependencia de los combustibles fósiles", por lo que recomienda a Hoyer "focalizar las inversiones energéticas" del BEI "a las fuentes sostenibles, limpias y renovables, y rechazar con firmeza el respaldo a intereses privados sustentados en la producción y comercialización de combustibles contaminantes".

El presidente de Redexis, Fernando Bergasa, explicó durante la firma del crédito con el vicepresidente del BEI, Román Escolano, que los 125 millones de euros, que no tienen carácter finalista, se integrarían en la inversión global de 480 millones previstos para el desembarco de la compañía en las Islas. De no ser posible, Redexis los destinará a otros proyectos.

En torno a la política seguida por el BEI en los últimos tiempos, la pasada semana autorizó un crédito de 1.500 millones de euros -el mayor de su historia, según El Economista- para la construcción del Gasoducto Transadriático (TAP), proyecto de 871 kilómetros que unirá Turquía con Italia, y que está participado por Enagás (16%). El TAP está valorado en unos 32.573 millones de euros y permitirá a la UE importar 16.000 millones de metros cúbicos de gas azerí a partir de 2020, reduciendo así la dependencia del gas ruso, que ahora representa el 30% del total. En 2015, rubricó otros 900 millones de euros destinados al incremento de la red peninsular de Gas Natural Fenosa con el fin de hacer llegar el gas ciudad a áreas de España que carecían de él.

En su carta, Antonio Morales expone al presidente del BEI lo "contradictorio y perjudicial" que supone apostar por hidrocarburos "en el siglo XXI" y le alerta de que "un número indeterminado pero importante de usuarios" rechaza el aire propanado, lo que pone en duda la rentabilidad del proyecto.