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Las compras colectivas para ahorrar en el recibo de la luz seducen a los isleños

Crece el número de canarios en las agrupaciones de consumidores creadas para reducir la factura energética

Las compras colectivas para ahorrar en el recibo de la luz seducen a los isleños

Las medidas puestas en marcha por el exministro José Manuel Soria para atajar el déficit de tarifa eléctrica acumulado desde el año 2000 provocaron continuos incrementos en el recibo de la luz. Poco después se convocó la primera compra colectiva de energía, un instrumento que tiene como objetivo aunar al mayor número posible de clientes para negociar después con una comercializadora mejores precios de los establecidos en el mercado convencional. En proporción al incremento de información sobre los ahorros que promueven estas iniciativas, crece el número de consumidores, también canarios, que se integran en estas centrales de compras.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) completó el último octubre su cuarta compra colectiva. El comparador de tarifas de luz y gas Selectra, junto a ANAE (Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética), desarrolla en este momento su segunda. En la primera solo un 0,5% de los 25.000 inscritos eran canarios, cuatro décimas aportadas por la provincia de Las Palmas y la restante, por la de Santa Cruz de Tenerife.

Sirvan estos datos para, a partir de ellos, entender el rápido crecimiento del interés de los ciudadanos del Archipiélago. En la actual iniciativa conjunta de Selectra y ANAE, abierta el pasado 16 de enero, en torno a 12.000 residentes en España ya han manifestado su interés por participar. En ella, la proporción de canarios se ha elevado hasta el 3,48%. Nuevamente con la provincia oriental (1,94%) haciendo una aportación mayor que la occidental (1,54%).

¿Por qué crece el interés?

No puede entenderse como una moda ni como una cuestión casual. El creciente deseo de participar en las compras colectivas de energía eléctrica -también de gas en la España peninsular y Baleares- es la respuesta al aumento de los costes energéticos en los hogares de todo el país.

En la semana final del último mes de noviembre, el ministro Álvaro Nadal compareció en la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados y expuso que al final del año un consumidor medio (con 4,4 kilovatios de potencia contratada y 3.900 kilovatios hora consumidos) tuvo que dedicar un 10% más de sus ingresos a cubrir las necesidades energéticas del hogar. En números redondos, un total de 835 euros, 76 más que en 2016.

¿Afectan las subidas?

Una de las grandes ventajas que presentan las compras colectivas es que el precio que se fija no varía, independientemente de las circunstancias de la generación. Por ejemplo, retornando al anuncio de la subida acumulada a lo largo del pasado año, el ministro Nadal explicó que la escasez de lluvias y viento impidió una mayor presencia de las tecnologías más baratas como la hidráulica y la eólica, y obligó a sustituir su menor contribución con fuentes más caras, gas y carbón, por ejemplo. Eso repercutió en el coste final para el consumidor. En cambio, dichas circunstancias no afectaron a quienes están integrados en alguna de las compras colectivas. Estos continuaron pagando el precio que les indujo a contratar la oferta.

¿Qué es una compra colectiva?

Las compras colectivas no son más que agrupaciones de ciudadanos que se gestan con el interés común de obtener mejores precios y condiciones a la hora de cubrir las necesidades de energía de sus hogares. La clave de su éxito, y en ello hacen especial hincapié las entidades que las promueven, es el número de personas que las componen.

¿Cómo se negocia?

Las entidades promotoras contactan con distintas comercializadoras para sondear su disposición a convertirse en proveedoras de todos los inscritos en la compra colectiva. Cerrado el periodo de captación de consumidores les comunican cuántos son, las particularidades de los suministros registrados (si se trata de luz o gas) y las bases que regirán para la elección de la oferta ganadora. Por ejemplo, Selectra y ANAE han colocado como requisito indispensable que la electricidad suministrada por la empresa ganadora sea de origen 100% renovable. Este parámetro lo certifica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mediante las conocidas como garantías de origen. En la práctica es imposible determinar qué kilovatios hora provienen de un aerogenerador o de una central térmica, pero sí es posible saber que el volumen conjunto de consumo no sobrepasa el generado mediante tecnologías renovables.

¿Quién puede apuntarse?

Esta modalidad está dirigida a los particulares. Por eso el único requisito exigido suele centrarse en la potencia contratada, mayor en las empresas. Por ejemplo, en la compra colectiva que mantienen abierta Selectra y ANAE (www.club.selectra.es/anae) no pueden superarse los 10 kilovatios. Cumpliendo ese precepto, cualquier consumidor tiene vía libre para inscribirse.

¿Cuál es el compromiso?

Quienes manifiestan su interés por adherirse a la compra colectiva no adquieren ningún compromiso por ello. Simplemente comunican su identidad, sus datos de contacto y manifiestan si requieren luz, gas o ambos. Posteriormente reciben los detalles de la oferta u ofertas que han resultado elegidas y es ese el momento en el que deciden si sus intereses quedan satisfechos, abandonan la tarifa que pagan en ese momento y se pasan a la resultante de la negociación. Además, sin compromiso de permanencia; pueden dar marcha atrás en cualquier momento.

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